Lupin recupera mito de Arsenio: un entretenimiento solvente mientras dura el truco
El guion convenido en exceso le resta legitimidad al ingenio de Assane Diop. Aun con esto, los constantes giros y versátil ritmo son suficientes para mantenerte pegado a la pantalla de inicio a fin.
Arsenio Lupin, el ladrón de guante blanco, es un arquetipo literario solo comparable al detective británico Sherlock Holmes y cuya fama lo ha convertido en un ícono de la cultura francesa. Para alegría de sus seguidores, el personaje ha logrado trascender su tiempo, origen y propio autor, Maurice Leblanc.
Más de 100 años después desde su creación, la serie Lupin ha recuperado el mito para inspirar a una nueva generación y su protagonista: Assane Diop. Se trata de un experimentado ladrón que ajustará cuentas con un poderoso patriarca que incriminó a su padre.
El interprete Omar Sy impregna carisma, porte y los rangos adecuados al personaje en cada circunstancia. La fotografía complace el visionado, mientras que el vertiginoso ritmo de la historia es suficiente para mantener la atención del espectador. Sin embargo, requiere de nuestra credulidad para que el truco no pierda la magia.
Durante sus 10 episodios, la serie se vale de constantes giros argumentales, pero estos sufren de dos problemas. El primero es que parecen síntomas a corto plazo en una carrera contra reloj cuyo objetivo es entretener por sobre todas las cosas. Al menos en ese sentido, el programa aprueba con creces, aunque se eche de menos un momento para padecer o disfrutar de las ramificaciones junto con los personajes.
El segundo problema es que la suspensión de la incredulidad no da para tanto en un espectador que pone atención a los huecos argumentales, un guion conveniente en exceso y cabos sueltos que los escritores dejan en el camino para que la historia salga a flote. En consecuencia, el supuesto ingenio se torna artificial, inverosímil y pierde legitimidad.
Así es como la serie Lupin se aproxima más a Now you see me que a Sherlock. No nos vuelve cómplices del truco hasta que llega al tercer acto y no siempre sustenta la ilusión, pero la cruzada de Assane Diop logra comprometernos. Ahora que las dos partes del show han finalizado, queda esperar que el protagonista tenga vida más allá de su rivalidad con su némesis Hubert Pellegrini.