Geólogos descubren en China una cadena de volcanes extintos de 640 kilómetros de longitud, según estudio
Este hallazgo amplía el conocimiento sobre la actividad volcánica antigua y sugiere que pudo haber influido en el clima global de la Tierra en el Neoproterozoico.
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Un equipo de investigadores identificó una cadena de volcanes fosilizados de aproximadamente 640 kilómetros de longitud, ocultos bajo la superficie del sur de China. Este hallazgo, descrito en un nuevo estudio, revela que estos volcanes se originaron hace unos 800 millones de años, cuando dos placas tectónicas colisionaron durante la fragmentación del supercontinente Rodinia.
La estructura descubierta amplía significativamente la región previamente conocida de actividad volcánica antigua en esa zona y sugiere que este vulcanismo pudo haber tenido un impacto en el clima global de la Tierra.
Durante el Neoproterozoico, el sur de China formaba parte del borde noroccidental de Rodinia. El movimiento tectónico provocó la ruptura de esta zona y el desplazamiento de la placa del Bloque del Yangtsé hacia la del Océano de China. Esta colisión generó un proceso de subducción en el que la corteza oceánica, al hundirse bajo la continental, liberó agua que originó magma.
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¿Cómo se dio la formación de la corteza oceánica?
Los arcos volcánicos se forman cuando la corteza oceánica, al subducirse bajo una placa continental, se calienta y libera agua, generando magma que asciende y da origen a una cadena de volcanes dispuesta en forma curva sobre la zona de subducción. Este proceso produce vulcanismo y la formación de montañas, lo que contribuye a la creación de nueva corteza terrestre.
El estudio de arcos volcánicos antiguos resulta clave para los científicos, ya que permite comprender mejor los mecanismos que dieron forma a la corteza de la Tierra primitiva. En estudios previos, los geólogos identificaron restos de un arco volcánico extinto del Neoproterozoico temprano en el borde del Bloque del Yangtsé, al sur de China.
Cadena volcánica se prolonga al interior del continente
La reciente investigación, publicada en Journal of Geophysical Research: Solid Earth, el ingeniero Zhidong Gu y el investigador Junyong Li, junto a su equipo, analizaron si dicha cadena volcánica se prolongaba hacia el interior del continente. Este tipo de estructuras fósiles es difícil de detectar, ya que con el tiempo son erosionadas por el viento y el agua, terminando sepultadas bajo gruesas capas de sedimentos.
Actualmente, la Cuenca de Sichuan cubre esa región con varios kilómetros de rocas sedimentarias, lo que complica su estudio. Encontraron una franja de roca rica en hierro con un campo magnético superior al promedio, ubicada a unos 6 kilómetros (4 millas) bajo la superficie. Esta franja formó un cinturón de aproximadamente 700 km (430 millas) de largo y 50 km (30 millas) de ancho.
Rocas con una antigüedad de entre 770 y 820
El equipo de investigadores analizó muestras de roca obtenidas de siete pozos profundos perforados en la corteza superior bajo la Cuenca de Sichuan. Estas rocas, generadas por magma, mostraron una composición química coherente con la típica de la corteza formada.
Su datación reveló una antigüedad de entre 770 y 820 millones de años, lo que confirma que se originaron durante el Neoproterozoico temprano, en el contexto de la ruptura del supercontinente Rodinia. A partir de estos datos, los científicos concluyeron que la subducción de placas tectónicas formó un extenso anillo de volcanes que se adentraba cientos de kilómetros en el interior del Bloque del Yangtsé.
El arco volcánico del Yangtsé presenta una distribución amplia
En general, los arcos volcánicos forman cinturones angostos a lo largo del margen continental, como es el caso de las montañas Cascadas en América del Norte. En cambio, el arco volcánico del Yangtsé presenta una distribución mucho más amplia, lo que sugiere un estilo tectónico distinto conocido como subducción de placas planas.
La placa oceánica se desplaza de forma horizontal bajo la placa continental durante largas distancias antes de hundirse, generando dos cordilleras volcánicas: una en el borde de la colisión y otra más alejada, tierra adentro. Esta configuración es similar a lo que ocurre actualmente en los Andes, donde la placa de Nazca se subduce de manera poco inclinada bajo Sudamérica.
Tiene implicaciones para el clima terrestre
Aunque los autores del estudio respaldan esta hipótesis, otros expertos, como Peter Cawood de la Universidad de Monash, proponen explicaciones alternativas. Cawood propone que las dos cordilleras podrían representar sistemas volcánicos independientes pero contemporáneos, en lugar de una única estructura generada por subducción plana.
Además, el hallazgo tiene implicaciones para el clima terrestre, ya que la intensa actividad volcánica y el posterior proceso de meteorización de las montañas afectan el ciclo del carbono. Si bien los científicos detectaron señales de una alteración global del ciclo del carbono durante ese período, aún no está claro como esta cadena de volcanes pudo haber influido en la inestabilidad climática de la Tierra.




















