Arqueólogos encuentran cortes en los huesos de un niño que confirman el canibalismo en Europa hace 850.000 años
Unas marcas de corte en los restos de un niño fueron encontradas en España. Los expertos sugieren que un antiguo pariente del humano habría practicado el canibalismo.
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En la sierra de Atapuerca, al norte de España, los arqueólogos han descubierto restos fósiles de un niño que vivió hace aproximadamente 850.000 años. Según los investigadores, una vértebra del cuello con marcas de corte confirma la práctica del canibalismo por parte de uno de nuestros antiguos parientes humanos.
El hueso fue encontrado en la cueva de Gran Dolina, uno de los yacimientos más importantes de Atapuerca. De acuerdo con el análisis, la víctima tenía entre 2 y 5 años al momento de morir y las marcas que presenta no dejan dudas. "Es evidencia directa de que el niño fue procesado como cualquier otra presa", declaró Palmira Saladié, participante de la excavación.

Vértebra cervical de un niño de entre 2 y 5 años, con marcas de corte que evidencian prácticas caníbales por parte de otros humanos. Foto: IPHES-CERCA
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El canibalismo era una práctica común
El hallazgo junto a descubrimientos anteriores refuerzan la idea de que el canibalismo no fue un acto aislado en el pasado. Los arqueólogos recuperaron restos de diez individuos pertenecientes a la especie Homo antecessor, todos con señales claras de haber sido desmembrados y consumidos. Algunos huesos muestran fracturas intencionales, otras piezas tienen cortes realizados con herramientas líticas, y varios presentan incluso marcas de mordidas humanas.

Trabajos de excavación en la Gran Dolina en Atapuerca. Foto: IPHES-CERCA
"La preservación de las superficies fósiles es extraordinaria", comentó Saladié a Live Science. "Las marcas de corte no aparecen solas. También se han identificado huellas de mordeduras humanas en los huesos, lo que representa la prueba más fiable de que los cuerpos fueron realmente consumidos".
Este comportamiento parece haber sido una práctica normal. Según los especialistas, no se trataba de rituales excepcionales, sino de una estrategia habitual que podría haber servido tanto para alimentarse como para marcar el control de un territorio. Hasta el momento, cerca del 30% de los restos hallados en Gran Dolina presentan señales de este tipo de procesamiento.
¿Quién fue el Homo antecessor?
Todos los restos descubiertos pertenecen a Homo antecessor, una especie que vivió en Europa y de la que solo se tienen registros en el sitio de Atapuerca. Fue identificada por primera vez en 1997 y, desde entonces, ha generado intensos debates sobre su lugar en la evolución humana.
Algunos investigadores creen que este homínido podría ser el antecesor común de los neandertales y los humanos modernos. Otros, en cambio, lo consideran una rama colateral que se extinguió sin dejar descendencia directa. Lo cierto es que Homo antecessor representa al pariente humano más antiguo descubierto en Europa.
Los nuevos restos se han datado entre los 850.000 y 780.000 años de antigüedad, lo que los convierte no solo en la evidencia más temprana del Homo antecessor, sino también en el registro más antiguo y claro de canibalismo en el continente europeo.
Evidencia temprana de parientes humanos en Europa
El hallazgo de esta vértebra infantil con marcas de carnicería permite retroceder aún más la línea de tiempo sobre la presencia de homínidos en Europa. A pesar de décadas de excavaciones, los arqueólogos consideran que Gran Dolina aún guarda numerosos secretos. Solo se ha explorado parcialmente el sitio del hallazgo, donde apareció este niño canibalizado, por lo que se espera que nuevos descubrimientos continúen ampliando el conocimiento sobre la vida, muerte y comportamiento de estas antiguas poblaciones.
"Cada año encontramos nuevas evidencias que nos obligan a replantear cómo vivían, cómo morían y cómo trataban a sus muertos hace casi un millón de años", señaló Saladié. Las excavaciones, lideradas por el equipo del Proyecto Atapuerca junto con el Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), confirman la importancia de este sitio como uno de los más ricos del Pleistoceno en Europa.
Además del hallazgo en Gran Dolina, la campaña de 2024 también arrojó resultados en otros puntos de Atapuerca. En la Sima del Elefante, los arqueólogos identificaron herramientas líticas y restos de fauna que confirmarían una presencia humana estable hace 1,3 millones de años. Esto refuerza la hipótesis de que los primeros europeos llegaron mucho antes de lo que se pensaba.




















