Ciencia

Científicos encuentran un animal carnívoro que visitó hasta 30 flores en un día para lamerlas como una abeja

Un equipo de investigadores reveló un comportamiento inusual en un depredador salvaje de Etiopía: consumir néctar de flores.


Las flores polinizadas por el lobo de Etiopía pueden crecer hasta un metro desde el suelo. Foto: Adrien Lesaffre
Las flores polinizadas por el lobo de Etiopía pueden crecer hasta un metro desde el suelo. Foto: Adrien Lesaffre

Un equipo de científicos ha documentado, por primera vez, a un carnívoro alimentándose del néctar de la flor Kniphofia foliosa. Este comportamiento, nunca antes observado en grandes depredadores, sugiere que este animal podría actuar como polinizador, una función típicamente asociada con insectos y pequeños mamíferos.

El estudio, publicado en la revista Ecology, fue llevado a cabo por el Programa de Conservación del Lobo Etíope (EWCP) en colaboración con la Universidad de Oxford, la Autoridad de Conservación de la Vida Silvestre Etíope (EWCA) y Dinkenesh Ethiopia. Los investigadores observaron que este carnívoro visitaba hasta 30 flores en una sola incursión, con su hocico cubierto de polen, lo cual podría contribuir a la polinización de las plantas.

El animal depredador que poliniza flores

El animal en cuestión es el lobo etíope, conocido científicamente como Canis simensis. La especie, conocida por ser el cánido salvaje más raro y el carnívoro más amenazado de África, se encuentra únicamente en las tierras altas de Etiopía. Con una población estimada de menos de 500 individuos en estado salvaje, el lobo etíope enfrenta graves amenazas debido a la pérdida y fragmentación de su hábitat.

El interés de los lobos etíopes por el néctar de la flor Kniphofia foliosa puede estar relacionado con la búsqueda de fuentes alternativas de energía. Las flores de esta planta, comúnmente conocidas como "red hot poker", producen un néctar dulce que podría proporcionar una fuente suplementaria de energía para estos depredadores, especialmente en un entorno donde los recursos pueden ser escasos. Este comportamiento innovador también sugiere una posible adaptación a los cambios en su ecosistema.

 El lobo Canis simensis es endémico de las tierras altas etíopes. Foto: Adrien Lessafre

El lobo Canis simensis es endémico de las tierras altas etíopes. Foto: Adrien Lessafre

¿Cómo se logró el descubrimiento?

El hallazgo fue resultado de años de observaciones de campo por parte de investigadores del EWCP. La primera pista de este comportamiento inusual surgió cuando el profesor Claudio Sillero, fundador y director del EWCP en la Universidad de Oxford, notó a los hijos de los pastores en las montañas Bale lamiendo las flores de Kniphofia foliosa. Intrigado, Sillero probó el néctar y descubrió su agradable dulzura. Poco después, observó a los lobos etíopes haciendo lo mismo.

Para confirmar sus sospechas, el equipo de investigación rastreó a seis lobos diferentes de distintas manadas durante cuatro días. Observaron que varios lobos visitaban las flores, acumulando polen en sus hocicos, lo que sugiere que podrían estar contribuyendo a la polinización. Además, hubo indicios de aprendizaje social, ya que los lobos jóvenes acompañaban a los adultos a los campos de flores, lo que indica que este comportamiento podría estar siendo transmitido entre generaciones.

La importancia de la polinización

La polinización es un proceso importante para la reproducción de muchas plantas con flores. Se estima que alrededor del 90% de las plantas con flores en la Tierra dependen de los animales para su polinización.

El descubrimiento de que los lobos etiopes podían estar desempeñando un papel en la polinización evidencia la complejidad de los ecosistemas afroalpinos de Etiopía. La dra. Sandra Lai, científica principal del EWCP y autora principal del estudio, señaló, en entrevista con el portal especializado ScienceAlert, que hace falta mayor exploración sobre este animal y su rol polinizador.

"Estos hallazgos resaltan lo mucho que aún tenemos que aprender sobre uno de los carnívoros más amenazados del mundo", dijo. La interacción entre los lobos y las flores de Kniphofia foliosa podría representar una forma de coevolución entre una planta y un gran carnívoro, un fenómeno raramente documentado.

El estudio también tiene implicaciones para la conservación. Al comprender mejor las necesidades y comportamientos de los lobos etíopes, los esfuerzos de conservación pueden ser más efectivos. La Dra. Lai enfatizó que la protección de los hábitats naturales de estos lobos no solo beneficia a la vida silvestre, sino también a las comunidades humanas que dependen de estos ecosistemas para su sustento.