Estrellas que botan humo: los astros de la Vía Láctea que los científicos no pueden explicar
Se encontraban ocultas en el centro de nuestra galaxia, escondidas entre nubes de polvo y gas, sin que ningún astrónomo pudiese detectar su presencia hasta ahora.
Un equipo internacional de astrónomos ha descubierto un extraño grupo de estrellas que se encontraban ocultas en el corazón de la Vía Láctea, una región de múltiples astros que no son observables en luz visible debido a la presencia de grandes concentraciones de polvo y gas.
Se trata de estrellas gigantes rojas —una fase estelar donde estrellas de la masa del Sol han consumido todo su combustible— que expulsan hacia el espacio bocanadas de humo tan grandes como para mantenerlas invisibles durante décadas. Por esa razón, han sido apodadas "viejas fumadoras".
El estudio que detalla el hallazgo se publica en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Ilustración de una estrella gigante roja que bota humo. Foto: Philip Lucas
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El hallazgo de las “viejas fumadoras”
Estas estrellas fueron encontradas por casualidad cuando los astrónomos escaneaban el centro de la Vía Láctea en busca de estrellas jóvenes (protoestrellas) con el telescopio VISTA, en el Observatorio Cerro Paranal, ubicado en el Observatorio Europeo Austral (ESO).
En los 10 años que duró la observación, los especialistas detectaron cerca de 1.000 millones de estrellas en el núcleo galáctico. Entre estos astros, se encontraba su objeto principal de estudio, protoestrellas que erupcionan cada cierto tiempo y aumentan su brillo entre 40 y 300 veces.
Sin embargo, entre sus hallazgos también detectaron este grupo de estrellas que arrojan humo, que son más inquietantes aún para el conocimiento científico.
Imágenes en infrarrojo de estrellas gigantes rojas que se desvanecen y vuelven a aparecer. Se ubican a 30.000 años luz. Foto: Philip Lucas
“No las comprendemos del todo”
Los astrónomos pudieron determinar que las estrellas viejas fumadoras se volvían entre 40 y 100 veces más débiles, a veces con tan poco brillo que incluso la visión infrarroja del telescopio apenas podía detectarla.
"Todo lo que hemos podido aprender sobre ellas sugiere que se trata de un caso de estrellas que arrojan bocanadas de humo, por razones que no comprendemos del todo", sostuvo Philip Lucas, líder del estudio y profesor de la Universidad de Hertfordshire.
Según los astrónomos, puede que la presencia de elementos pesados en el núcleo de la Vía Láctea esté creando más polvo en la atmósfera de la estrella. Sin embargo, qué produce ese polvo continúa siendo un misterio.
Si esta teoría se confirma como cierta, Lucas sostiene que este comportamiento podría explicar la forma en que los elementos pesados se distribuyen por toda nuestra galaxia.
Aun así, el autor sostiene que solo son suposiciones preliminares. "Simplemente, estamos dando vueltas, tratando de ver qué tiene más sentido", sostuvo.