¿Cuánta información puede retener el cerebro de una persona?
¿Es verdad que el cerebro puede almacenar cientos de terabytes de data? Expertos explican cómo funciona este complejo órgano de los humanos.
(*) Con información de la neuropsicóloga Miluska Montesinos y el neurólogo Carlos Alva.
El cerebro es la más compleja de las estructuras que conforman el cuerpo de los seres humanos y cuenta con una serie de funciones claves como la memoria, ligada a la retención de información. En ese sentido, ¿cuánto se conoce de la cantidad de datos que puede retener un ser humano? ¿Es posible aumentar esa capacidad?
Los estudios actuales siguen intentando resolver esta interrogante. “Hay múltiples estudios que se están realizando y que buscan responder este enigma, porque es un enigma hablar del cerebro y de cuánto pueda almacenar”, señala la neuropsicóloga Miluska Montesinos, responsable de posgrado de la carrera de Psicología de la Universidad Científica del Sur (Ucsur).
Por su parte, el médico neurólogo del hospital Carrión, Carlos Alva Díaz, coincide en que se trata de un tema complejo. “El cerebro es un órgano vital constituido por neuronas y células acompañantes (neuroglías) y que tiene una dinámica plástica, lo que hace que la cantidad de información que se puede retener sea variable”, detalla.
Sin embargo, hay hallazgos importantes: “Desde las ciencias computacionales se ha propuesto una métrica importante. En cuanto a la cantidad de conexiones que puede hacer el cerebro, son 1.000 sinapsis (conexiones) por neurona. Estamos hablando de un total de 100 billones de conexiones”, explica Alva Díaz, quien también es investigador en la Ucsur. Esto correspondería a 300 años de registro en video, según el experto.
¿Las personas que tienen mejor memoria son más inteligentes?
Es importante señalar que retener información, si bien tiene una relación directa con la inteligencia, no es determinante de esta. “La inteligencia es una capacidad más general que aborda diferentes procesos cognitivos y el retener algo tiene que ver con el tema de la capacidad de la memoria”, aclara Miluska Montesinos.
“La memoria es un elemento necesario para medir la inteligencia a través de coeficientes intelectuales. Está directamente relacionada con la forma en la que medimos la inteligencia, pero no es el único elemento ni el más importante. Cuentan también otros elementos como la atención, el razonamiento, el lenguaje, la parte afectiva, que son importantes para medir la inteligencia de una persona”, aclara Carlos Alva Díaz.
Dentro del aspecto de la memoria, se resalta también que existen diferentes tipos de esta, cada una con una distinta capacidad. “Hablamos de memoria sensorial, memoria de trabajo, memoria de corto plazo, memoria a largo plazo. Cuando hablamos de retener por un largo periodo como horas, semanas y años, es la memoria a largo plazo. La memoria a corto plazo es más inmediata, abarca un total de 30 a 40 segundos”, detalla.
¿Qué factores determinan nuestra capacidad de retención de información?
Los especialistas coinciden en que se trata de una situación multifactorial, pero señalan que existen factores generales. “La biología, sanidad, salud cerebral y salud mental son aspectos generales por considerar y que influyen en la capacidad de retención. Sin embargo, existen otros elementos directamente relacionados con la capacidad de retención como la atención, la retención, la capacidad de aprender y el nivel educativo. Otros factores como el sueño y la alimentación son importantes”, menciona Alva Díaz.
¿Es posible elegir qué información almacenar y cuál descartar?
Dentro de los procesos cognitivos, es posible para los seres humanos determinar la información que se va a recordar. “Lo que almacenamos en la memoria será aquello que se escoja voluntariamente recordar. Las informaciones que no son tan relevantes son descartadas por nosotros y no se almacenan. Para ello son importantes la atención y la concentración, determinantes para que la memoria tenga esa capacidad”, explica Carlos Alva Díaz
El componente emocional ocupa una función importante en este proceso. “Otros factores que pueden determinar que recordemos cierta información son aquellas que tengan un componente emocional. El aprendizaje que involucra las emociones es un aprendizaje más sustantivo y que puede determinar que exista una mayor conexión y también preservación de la información”, añade el experto.
Miluska Montesinos concuerda en la importancia que tienen las emociones: “Tenemos que darle un sentido a lo que queremos recordar. En neuropsicología tenemos el lema de ‘Un cerebro feliz aprende más’. Esto implica que, si le damos mayor significancia a algo que estamos aprendiendo, vamos a tener mayor capacidad de retención y mayor capacidad de recordar”, puntualiza. La especialista también detalla que esto se refleja en la capacidad de recordar eventos traumáticos por el impacto emocional.
¿Cómo fortalecer nuestra capacidad de retención de información?
Si bien la capacidad cerebral se forma desde la gestación, los expertos señalan que es posible fortalecer nuestra retención. “Una vida sana y una buena alimentación son fundamentales para que, desde las primeras etapas del crecimiento, la capacidad cognitiva sea óptima. Los niños y adolescentes se encuentran en una etapa de consolidación de la memoria. El hábito de la lectura es muy importante también y, para ello, los niños y adolescentes deben ser libres de leer lo que es de su interés”, enfatiza Miluska Montesinos.
Por su parte, Carlos Alva Díaz añade la importancia de tener en consideración aspectos como las relaciones sociales, el aprendizaje a través de estrategias y el dominio de un segundo idioma.
Los especialistas coinciden en que es fundamental mantener una buena condición física y cerebral, independientemente de la edad. Ambos destacan la importancia de tener un buen horario de sueño, realizar actividad física y estimular al cerebro mediante la educación y el aprendizaje constante.
(*) Miluska Montesinos es licenciada en psicología por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Es máster en neuropsicología en el ámbito educativo por la Universidad de Alcalá (España). Actualmente es responsable de Posgrado de la Carrera de Psicología y docente universitaria de Psicología en la Universidad Científica del Sur (UCSUR).
(*) Carlos Alva Diaz es neurólogo por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Tiene una diplomatura en Farmacoeconomía/Economía de la salud y del medicamento por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) y una maestría en el mismo rubro por Universitat Pompeu Fabra (Barcelona). Desde hace 8 años se desempeña como neurólogo en el Hospital Nacional Daniel Alcides Carrión. Es profesor de las cátedras de Neurología, Medicina Basada en Evidencias y Tesis en la Universidad Científica del Sur.
Con información de Científica Divulga