Algunas personas jóvenes mueren durante el sexo: nuevo estudio explica por qué
En décadas pasadas, la muerte súbita durante o después del coito ocurría principalmente en personas que bordeaban los 60 años. Ahora se registran víctimas con menos de 40 años.
Aunque la actividad sexual tiene múltiples beneficios para la salud humana, en raras ocasiones puede ocasionar una muerte inesperada.
Cada año 1,2 millones de personas sufren muerte súbita cardiaca, es decir, la detención repentina del corazón. En tanto, se estima que aproximadamente el 0,6% de esos fallecimientos ocurre durante o después del coito.
Las muertes súbitas relacionadas con la actividad sexual se han registrado principalmente en adultos mayores.
Un estudio forense post mórtem, en Alemania, de 32.000 muertes súbitas entre 1972 y 2004 identificó que el 68 de los casos ocurrieron durante la actividad sexual. La mayoría eran hombres con una edad promedio de 59 años. La causa más frecuente fue un infarto de miocardio, el típico ataque cardíaco que sucede cuando un coágulo de sangre obstruye la irrigación sanguínea hacia el corazón.
Hallazgos similares se observaron en los Estados Unidos, Francia y Corea del Sur.
Víctimas jóvenes
Sin embargo, un reciente estudio llevado a cabo por investigadores del St George’s, Universidad de Londres, encontró que la muerte súbita por la actividad sexual afecta a personas más jóvenes de lo previsto.
De 6.847 casos remitidos entre 1994 y 2020 al centro de patología cardíaca del St George’s, 17 ocurrieron durante o dentro de la hora posterior al acto sexual. La edad promedio de los fallecidos fue de 38 años y más de la tercera parte eran mujeres.
A diferencia de estudios previos, los infartos no fueron la principal causa de muerte. En cambio, en el 53% de los casos, los corazones saludables padecieron repentinamente un ritmo cardíaco anormal llamado síndrome de muerte súbita arrítmica.
Se trata en esencia de un paro cardíaco, cuando el corazón deja de bombear sangre al resto del cuerpo, deteniendo la respiración y privando de oxígeno al cerebro. Las causas son desconocidas.
El resto de casos se debió principalmente a la miocardiopatía, una enfermedad adquirida o heredada en la que el músculo cardíaco dificulta que el corazón bombee sangre al resto del cuerpo.
No obstante, la baja incidencia de muerte constatada en estos estudios sugiere que el riesgo vinculado a la actividad sexual sigue siendo muy bajo, incluso en personas con enfermedades cardíacas.
