Raras especies emergen en un río declarado muerto hace más de 60 años
El río Támesis, ubicado en Londres, fue calificado en 1957 como “una cloaca enorme y maloliente”. Un nuevo reporte documenta 115 variedades de fauna, entre las que se encuentra un raro pez venenoso.
El río Támesis (Londres), declarado biológicamente muerto hace 64 años, ha vuelto a albergar especies de peces y fauna. La buena noticia fue difundida por la Sociedad Zoológica de Londrés (ZSL), el último miércoles 10 de noviembre, a través de un informe sobre el estado de dicho río.
De acuerdo con el análisis, Támesis, que en 1957 fue descrito como “una cloaca enorme y maloliente” debido a que no había oxígeno a lo largo de varios kilómetros de su recorrido, hoy posee 115 especies de peces y fauna. Lo más sorprendente, según la ZSL, es que han emergido variedades extraordinarias como el cazón, la caella y un raro pez venenoso llamado mielga.
El cazón, cuyo nombre científico es Galeorhinus galeus, es un tipo de tiburón que se alimenta de peces y crustáceos. Puede llegar a medir 1.80 metros y pesar hasta 48 kilos. La ZSL afirma que puede vivir más de 50 años, pero se encuentra en peligro crítico en todo el mundo, de acuerdo con la Lista Roja de Especies Amenazadas.
Cazón. Foto: Alamy Stock Photo
La caella (Mustelus asterias), por su parte, puede pesar hasta 11 kilos y medir 1,2 metros. Su alimentación se basa principalmente de maricos, moluscos y crustáceos. También pertenece a la especie de tiburones .
Caella. Foto: Alamy Stock Photo
El pez mielga es un tiburón muy especial, ya que mide unos 60 centímetros de largo y es muy delgado. Además, está cubierto por espinas venenosas y solo nada en aguas profundas. Su veneno puede provocar molestias extremas en los seres humanos y es uno de los pocos peces que se encuentran en aguas del Reino Unido.
Mielga. Foto: Alamy Stock Photo
Desafíos frente al cambio climático
La ZSL sostiene que la noticia es buena para el río Támesis, ya que demuestra que hay un próspero ecosistema.
“Este informe nos ha permitido ver realmente hasta dónde ha llegado el Támesis en su camino hacia la recuperación desde que fue declarado biológicamente muerto”, dijo la ZSL.
“En 1957 había largos tramos del Támesis con concentraciones de oxígeno tan bajas debido a toda la contaminación que entraba en él, que gran parte del río carecía de vida”, añadió.
No obstante, todavía hay un desafío grande por resolver. Un ligero descenso en el número de especies de peces en zonas de marea del Támesis continúa latente. Asimismo, el informe de la ZSL ha expuesto que la temperatura del río está aumentando a una media de 0.2 °C por año, lo que implica que el cambio climático también se interpone en su proceso de recuperación.