Dosis de refuerzo de Johnson & Johnson multiplicaría nueve veces protección contra la COVID-19
La vacuna de Janssen se autorizó a finales de febrero, a más de dos meses de autorizarse las de Moderna y Pfizer. Unos 14 millones de estadounidenses han recibido la vacuna de J&J, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades.
Adicionar una dosis de la vacuna Johnson & Johnson (J&J) contra la COVID-19 refuerza los niveles de anticuerpos del sistema inmunitario, según datos provisionales de dos ensayos en etapa inicial anunciados por la compañía este miércoles 25 de agosto.
Este refuerzo, que se administra después de seis a ocho meses de la primera dosis, produjo un aumento de nueve veces en los anticuerpos a los 28 días luego de la dosis de refuerzo.
De acuerdo con el estudio, el refuerzo a los seis meses generaría anticuerpos más potentes que a los dos meses.
Los datos provienen de dos estudios de fase 2 realizados en Estados Unidos y Europa. Varias de las aproximadamente 2.000 personas en los estudios recibieron dosis de refuerzo seis meses después de sus primeras dosis de la vacuna de J&J.
El estudio destaca respuestas significativas de los anticuerpos en participantes de 18 a 55 años y en los de 65 años o más, quienes recibieron una dosis de refuerzo más baja.
“Hemos establecido que una sola inyección de nuestra vacuna COVID-19 genera respuestas inmunes fuertes y robustas que son duraderas y persistentes durante ocho meses. Con estos nuevos datos, también vemos que una dosis de refuerzo de la vacuna Johnson & Johnson COVID-19 aumenta aún más las respuestas de anticuerpos entre los participantes del estudio que habían recibido previamente nuestra vacuna”, detalló Mathai Mammen, jefe de Investigación y Desarrollo de la división farmacéutica Janssen de J&J.
En julio, J&J publicó datos provisionales de Fase 1/2a en el New England Journal of Medicine que mostraban que los anticuerpos neutralizantes generados por su vacuna permanecían estables ocho meses después de la inmunización con una sola dosis.
Debido al desarrollo y los requisitos de almacenamiento favorables para su distribución, la dosis de J&J sirvió ampliamente en las campañas de vacunación en zonas de difícil acceso. Sin embargo, tras problemas de seguridad y tropiezos de fabricación, tiene la aceptación más baja de Europa entre todas las inoculaciones aprobadas para su uso, y también ha luchado por ganar terreno en los Estados Unidos.