La famotidina: el fármaco contra la acidez estomacal que podría aliviar los síntomas de la COVID-19, según especialistas
Este medicamento es una de las alternativas más accesibles para combatir los efectos de la COVID-19 en pacientes que no necesiten atención hospitalaria, detalló la prestigiosa revista médica Gut.
Un fármaco económico y disponible en casi todo el planeta podría ser una solución a corto plazo para aliviar los diferentes síntomas que produce la COVID-19. La famotidina, medicamento que se usa para tratar temas digestivos, se ha propuesto para contrarrestar el coronavirus en aquellas personas que no necesitan, de urgencia, ser hospitalizados. En base a estudios de la reconocida revista médica Gut, dicha medicina ayudó a las personas que la consumieron y que poseían la enfermedad.
El estudio, elaborado por el Laboratorio Northwell y Cold Spring Harbor en Nueva York y otras universidades, dictaminó que 10 pacientes (seis hombres y cuatro mujeres) de entre 23 y 71 años que habían desarrollado la infección, sintieron una gran mejoría entre las 24 y las 48 horas posteriores a haber ingerido dosis de este medicamento, destinado a suprimir las indigestiones estomacales.
La famotidina pertenece a una clase de medicamentos conocidos como antagonistas del receptor de histamina-2, que reducen la cantidad de ácido estomacal. Se puede tomar en dosis de 20-160 mg, hasta cuatro veces al día, para el tratamiento del reflujo ácido y la acidez estomacal.
La gravedad de hasta cinco síntomas como la tos; dificultad para respirar; fatiga; dolor de cabeza y pérdida del gusto y/u olfato, así como malestar general fueron disminuidos y todo esto se midió utilizando una versión de una escala de 4 puntos que normalmente se aplica para evaluar la gravedad de los síntomas del cáncer.
7 de los 10 pacientes no experimentaron ningún efecto secundario tras haber ingerido la famotidina, y en los 3 que sí lo hicieron, estos fueron leves, y todos, sin considerar el olvido temporal, fueron reconocidos efectos secundarios asociados con la toma del medicamento.
Asimismo, los autores de la investigación sugieren que habría que realizar un análisis ambulatorio de famotidina oral para reconfirmar el valor del fármaco para el control de los síntomas contra la COVID-19 y su influencia en la carga viral. Además, comentaron, es posible que el medicamento no haya hecho ningún efecto en los 10 pacientes y se haya producido un “efecto placebo” en pleno proceso de curación natural, por lo que aconsejan no tomarlo sin consultar a un médico de confianza.
El interés en la famotidina surgió cuando Michael Callahan, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Harvard, trabajaba en China y se percató que algunos pacientes contagiados por el nuevo coronavirus mostraban cierta mejoría que otros, resultando que dichos infectados tenían acidez estomacal y no disponían de grandes ingresos económicos. Ellos estaban ingiriendo este fármaco, que es menos costoso que otros medicamentos para el reflujo gástrico.