Ciencia

Descubren que el organismo más abundante de los océanos tiene un virus en su ADN

Como está en el material genético, este virus es copiado cada vez que la bacteria marina SAR11 se reproduce. También puede liberarse para infectar otras células.

Los virus, de color naranja, unidos a una vesícula de membrana de la bacteria marina SAR11, de color gris. Crédito: Nature Microbiology.
Los virus, de color naranja, unidos a una vesícula de membrana de la bacteria marina SAR11, de color gris. Crédito: Nature Microbiology.

Los oceanógrafos de la Universidad de Washington (Estados Unidos), descubrieron que el organismo más abundante en los océanos, la bacteria Pelagibacter o SAR11, alberga un tipo de virus en su ADN.

Al estar en el material genético, el virus es copiado cada vez que este organismo unicelular se reproduce (la célula se divide). Pero los científicos se percataron de que esta no es la única estrategia de supervivencia del virus.

En alrededor del 3 % de las SAR11, el virus se multiplica y destruye la célula. Esto produce una gran cantidad de partículas virales libres, listas para infectar otros organismos.

Pelagibacter, o SAR11, es una bacteria unicelular que sobrevive del carbono disuelto en todos los océanos. Crédito: NOAA.

Pelagibacter, o SAR11, es una bacteria unicelular que sobrevive del carbono disuelto en todos los océanos. Crédito: NOAA.

“Hay 10 veces más virus en el océano que bacterias”, dijo Robert Morris, coautor del estudio que publicaron en la revista Nature Microbiology. La investigación se enfocó en la relación virus-huésped a partir de este hallazgo.

“Es importante comprender cómo se mantienen esas grandes cantidades (de virus). ¿Cómo sobrevive un virus? Si matan a su huésped, ¿cómo encuentran a otro antes de degradarse?”, planteó.

Kelsy Cain, otra coautora de la investigación, recolectó varias muestras de la bacteria SAR11. Al secuenciar el genoma de los organismos descubrieron al virus repetidas veces.

Los experimentos de Cain revelaron que este virus se replica y explota la célula más activamente cuando los organismos se ven privados de nutrientes. Llegan a destruir hasta el 30% de las células huésped.

Según los investigadores, este proceso podría ayudar a otras SAR11 a prosperar en condiciones de escasos nutrientes, ya que habría menos competencia.

“Queremos entender cómo eso ha contribuido a la evolución y la ecología de la vida en los océanos”, dijo Morris.

Asimismo, es posible que los virus esparcidos lleven consigo parte del material genético de su huésped destruido.