Transporte en Lima: ¿cómo elegir el vehículo ideal para enfrentar el tráfico diario?
El tráfico en Lima se ha convertido en un desafío cotidiano para sus habitantes. Con un crecimiento poblacional acelerado y una deficiente infraestructura vial, la ciudad enfrenta un caos vehicular que afecta la calidad de vida de sus ciudadanos.

La congestión vehicular en Lima genera pérdidas económicas significativas y afecta la calidad de vida de sus ciudadanos. Expertos proponen medidas para mejorar la movilidad en la capital peruana, la cual es considerada una de las ciudades con mayor tráfico del mundo.
Según el informe “La electromovilidad avanza a paso lento en el Perú”, la situación caótica del tráfico en Lima provoca pérdidas anuales de aproximadamente S/ 11.000 millones. Esta problemática no solo impacta la economía, sino que también tiene consecuencias negativas para la salud pública y el bienestar de los ciudadanos.
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En este contexto, diversas organizaciones y especialistas sugieren implementar un sistema integral de transporte que contemple la movilidad de peatones y vehículos, así como fomentar el uso de transporte público y alternativas no motorizadas.
Implementación de un sistema integral de transporte y movilidad
Mariana Alegre, directora ejecutiva de la ONG Lima Cómo Vamos, sostiene que la solución a la congestión no radica en construir más vías, sino en mejorar la infraestructura existente. “Es fundamental contar con un plan que contemple la fluidez en las vías, no solo para conductores, sino también para peatones”, afirma. La experta destaca la importancia de una correcta semaforización y la eliminación de colectivos informales, así como la mejora del transporte público mediante un sistema multimodal.
Visión de ciudad sostenible y eficiente
Juan Carlos Dextre, docente de la PUCP, enfatiza que la mejora de la movilidad debe alinearse con una visión de ciudad sostenible. “Es necesario promover la proximidad entre viviendas, empleos y servicios, facilitando así la vida cotidiana de los ciudadanos”, señala. Además, propone un transporte público integrado que ofrezca una amplia cobertura y tiempos de viaje competitivos.
Fomento del transporte público y movilidad no motorizada
Dextre también resalta la importancia de fomentar la movilidad no motorizada, destinando espacios para ciclovías y rutas peatonales seguras. “Esto incentivará a los ciudadanos a desplazarse a pie o en bicicleta”, añade. La creación de un entorno amigable para estos modos de transporte es esencial para reducir la congestión vehicular.
Reorganización del tráfico
El catedrático de la PUCP propone aprovechar proyectos de infraestructura que desvíen el tráfico de carga y privado fuera del centro de la ciudad. “El espacio liberado podría ser reasignado para mejorar la movilidad urbana, creando carriles exclusivos para el transporte público y zonas para peatones y ciclistas”, explica. Esta reorganización contribuiría a una ciudad más amigable y sostenible.
Pensar en el peatón
Alberto Morisaki, gerente de Estudios Económicos de la AAP, considera que los esfuerzos actuales para reducir embotellamientos no han sido efectivos. “Cuando la infraestructura se diseña para el uso del vehículo particular, se incrementa el congestionamiento”, sostiene. Morisaki aboga por un diseño que priorice la eficiencia de las vías para movilizar personas y mercancías, promoviendo así el uso de transporte público y movilidad activa.
Uso de la tecnología para la gestión del tráfico
Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) destaca que el uso de tecnología en tiempo real y big data puede ayudar a diagnosticar patrones de movilización en las ciudades. Morisaki indica que, a partir de estos datos, se pueden generar bases históricas para analizar el comportamiento vehicular y proponer cambios en la infraestructura y políticas públicas. “Es fundamental un reordenamiento del transporte público que potencie los sistemas de transporte rápido y mejore la planificación de paraderos”, concluye.



















