En una sorprendente movida, Tesco, una de las principales cadenas de supermercados del Reino Unido, ha anunciado que dejará de ofrecer videojuegos físicos en sus 2.800 tiendas distribuidas por todo el territorio. Esta decisión marca un hito en la industria, ya que evidencia cómo el mercado de los juegos en caja ha ido perdiendo terreno ante el auge imparable del formato digital. A pesar de que los coleccionistas y nostálgicos todavía prefieren el encanto de los títulos físicos, la tendencia general indica un declive significativo en sus ventas.
La creciente preferencia por los lanzamientos digitales ha impulsado a Tesco a tomar esta decisión radical. Aunque continuará ofreciendo tarjetas de puntos digitales, como V-Bucks y créditos para la eShop, ya no habrá más videojuegos en formato físico en sus estanterías. Esta medida parece alinearse con la reciente salida de GameStop de Irlanda, que cerró todas sus 35 tiendas en el país, lo que indica que esta tendencia no es exclusiva de una sola cadena, sino un cambio generalizado en el mercado.
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Datos recogidos por Gamesindustry revelan que en el Reino Unido, durante el pasado junio, a pesar del lanzamiento de títulos tan esperados como Diablo IV, Street Fighter 6, Final Fantasy XVI y F1 23, solo el 18% de las ventas de estos fueron en formato físico en tiendas minoristas. Este indicador deja en evidencia que la mayoría de los jugadores se han volcado hacia las plataformas digitales para adquirir sus juegos, dejando atrás la tradición de acudir a las tiendas a comprar una copia en caja.
Es interesante notar que aunque en el Reino Unido la preferencia por lo digital es notable, en otros mercados y territorios persiste una arraigada cultura de compra física de juegos. España es un ejemplo destacado, donde los lanzamientos, especialmente para la popular consola Nintendo Switch, han superado las ventas del mercado británico, a pesar de tener una población y consumo menor en comparación.