CD Projekt Red no la pasa bien. La desarrolladora polaca ha vivido una de sus crisis más graves tras el lanzamiento de Cyberpunk 2077, el videojuego mundo abierto que se esperó por casi 8 años y que decepcionó en su salida por los errores y bugs en sus versiones de consola.
La compañía tuvo que lidiar con las duras críticas al título, la caída del valor de sus acciones, la demanda de diferentes grupos por no cumplir con sus promesas y, ahora, una preocupación más: el hackeo de un grupo de ciberdelincuentes que amenazaron con publicar su código fuente.
El 9 de febrero, CD Projekt Red confirmó que sus sistemas fueron vulnerados por un colectivo que les exigió un rescate (ransom). Los polacos aseguraron que no cederían al chantaje y que tomarían medidas para mermar el efecto del robo. Asimismo, confirmaron que ningún dato privado ni de sus desarrolladores ni usuarios estaba en peligro.
El grupo en mención ya había logrado filtrado el código de GWENT, un juego de cartas basado en los personajes de The Witcher 3. Ahora, los delincuentes parecen haber cerrado un trato similar para el source code de Cyberpunk 2077.
Según han podido confirmar algunos portales, la subasta del grupo, hecha en exclusiva por el portal EXPLOIT, se cerró por una “oferta externa satisfactoria”. Aparentemente, una de las condiciones fue que los datos no se revendieran ni se volvieran a distribuir.
CD Projekt Red llegó a confirmar que los datos hurtados tenían copias de seguridad, por lo que no han perdido ningún tipo de asset referente al juego. La pregunta ahora es qué se puede esperar con el código fuente suelto por ahí.
Entre las posibilidades más latentes y peligrosas está que se empiecen a distribuir versiones alternativas del juego. Peor aún, muchos inescrupulosos podrían usar esta facilidad para distribuir malware oculto. Lo que está claro es que, si alguien tiene intención de usar el código como base para otro proyecto, tendría muy difícil justificar el hecho de usar una propiedad intelectual robada.