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Publicación sobre componentes de la “vacuna antigripal” es engañosa

Una publicación de Facebook aseguraba que las vacunas antigripales contenían “cultivos de células diploides de fetos humanos abortados". “El remedio es peor que la enfermedad, aseguró”.

larepublica.pe
Publicación sobre componentes de la “vacuna antigripal” es engañosa.

Mientras en Perú se está probando la fase 3 de la candidata a vacuna contra la COVID-19 de Sinopharm, usuarios de las redes sociales continúan difundiendo bulos sobre los tratamientos de inmunización.

Entre agosto y setiembre, una publicación de Facebook que detalló los supuestos componentes de la vacuna antigripal superó las 250 interacciones y fue compartida más de 150 veces.

Según la publicación, los componentes de las vacunas contra la gripe eran, entre otros, timerosal (Mercurio), etanol (anticongelante), formaldehído, aluminio, bacteria E. Coli, cultivos pulmonares de fetos humanos abortados, cultivos de células diploides de fetos humanos abortados (WI 38 y MRC-5), suero fetal vacuno, ADN de coronavirus de cerdo y hasta detergente. Además, adjuntaba una imagen, la cual afirmaba que “el remedio era peor que la enfermedad”.

La vacunación no es un remedio, sino un método de prevención. Aunque entendemos que pueda ser una frase en sentido figurado, cabe precisar que los componentes reales de las vacunas aprobadas están presentes en cantidades seguras para el organismo, que no son tóxicas ni dañinas, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Publicación sobre componentes de la “vacuna antigripal” es engañosa. Composición: Facebook.

¿Células de fetos humanos? No, WI-38 y MRC-5 son líneas celulares

Según el Comité Asesor de Vacunas, de la Asociación Española de Pediatría (AEP), las líneas celulares WI-38 y MRC-5 se usan para fabricar vacunas a fin de prevenir “la rubeola, varicela, herpes zóster, rabia y hepatitis A”.

No encontramos información que relacionara específicamente a las WI-38 y MRC-5 con las vacunas contra la influenza. Pero, aunque se usaran para su desarrollo, estas no son células de fetos humanos, sino líneas celulares. Han sido adaptadas para reproducirse continuamente en laboratorio, según el Instituto Nacional del Cáncer de EE. UU., a través de la división celular.

En una comunicación anterior con el doctor en Inmunología Comparada sobre la línea celular HeLa, Juan More Bayona, él explicó que esta se utilizaba “como modelo de lo que podría pasar en nuestras células”.

“Las células WI-38 resultaban ser un medio de investigación muy apropiado en numerosos campos (...), pero sobre todo en virología, por la facilidad para producir una infección viral controlada", explicó el Comité Asesor de Vacunas español.

Su origen remoto son tejidos pulmonares de dos únicos fetos que fueron abortados, “uno en 1962 en Suecia y el otro en 1966 en el Reino Unido”, de acuerdo al AEP, y que luego fueron donados a la ciencia. Lo que se usa en la fabricación de vacunas “son nuevas células creadas en laboratorio y no ‘células de fetos abortados’”, zanjó.

Anteriormente, ya hemos desmentido dos publicaciones sobre el bulo de los “fetos usados en vacunas”, una en octubre del 2019 y otra en noviembre del mismo año.

Componentes de la vacuna contra la influenza

La influenza es conocida también con el nombre de gripe, según la plataforma MayoClinic. “Es una infección viral que ataca el sistema respiratorio”, explicó.

Para prevenirla, la vacuna contra la influenza se aplica en menores y adultos mayores de 65 años. También en las madres gestantes, de acuerdo al esquema de vacunación del Ministerio de Salud del Perú (Minsa). Las preparaciones varían de acuerdo al grupo objetivo.

Según el documento “Vigilancia, prevención y control del virus de la influenza en Perú”, publicado en la Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública en el 2019 y alojado en la web del Minsa, la vacuna contra esta infección viral “incluye cepas del subtipo H1N1, H3N2 y B”. La vacuna tetravalente contiene, además, dos linajes de un virus similar al B: Victoria y Yamagata.

Esta composición fue recomendada por el 27 de septiembre del 2019 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para su uso en el hemisferio sur.

Existen al menos tres tipos de vacunas contra esta “gripe”. Unas están elaboradas “a base de huevos” de gallina, ya que el líquido con el virus se incuba allí. Estas utilizarían células embrionarias de pollo, de acuerdo a la AEP.

Un segundo grupo son las recombinantes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos.

Para fabricar las vacunas recombinantes, se crea la proteína de superficie hemaglutina (antígeno que posteriormente va a generar inmunidad). “Luego es combinado con un baculovirus, un virus que infecta a invertebrados”. El antígeno se recolecta, purifica y finalmente se somete a numerosas pruebas, según los CDC.

De acuerdo a PassportHealth, una de las vacunas contra la influenza posee proteínas de huevo de pollo, gelatina, timerosal, formaldehído y sales de aluminio. Otro componente de la lista que es real es el Polisorbato 80, el cual está incluido solamente en una de las vacunas antigripales (son varios tipos), según la Asociación Española de Vacunología.

No encontramos evidencia relacione alguna vacuna contra la influenza con la bacteria e. Coli o con el coronavirus de cerdo.

Tampoco hallamos relación entre la llamada “vacuna antigripal” con el suero fetal bovino o proteína de ternera. Sin embargo, no descartamos que pueda usarse para el desarrollo de vacunas que prevengan otras enfermedades.

¿Células de animales?

El tercer grupo de vacunas contra la influenza están hechas a partir de células mamíferas.

“Especificamente en lo relacionado con el virus de influenza y en particular virus de influenza humana se han empleado para su cultivo lineas celulares tales como la Madin Darby Canine Kidney (MDCK), las celulas embrionarias de retina humana (PER.C6) y las celulas de riñón de mono verde africano (VERO), entre otras”, detalló el artículo “Cultivos celulares como alternativa para el aislamiento y la producción de biológicos contra el Virus de Influenza” (2011), de la Universidad Nacional de Colombia.

Timerosal, Formaldehído y sales de Aluminio están en cantidades seguras

Un componente que puede hallarse como conservante en la vacuna contra la influenza es el timerosal, el cual es a base de mercurio etílico, en palabras de los CDC.

El formaldehído es tóxico en dosis grandes, expuso la web de servicios de salud, pero, se encuentra presente en la vacuna en concentraciones muy bajas. En su artículo de fact-checking, Maldita Ciencia detalló que dicho gas incluso se encuentra en cosméticos y prendas de vestir. “Generalmente nuestro torrente sanguíneo contiene esta sustancia”, aclaró.

Algunas vacunas contra la influenza poseen un coadyuvante, el cual ayuda a reforzar la respuesta inmunitaria. A veces es el aluminio, detallaron los CDC, pero en concentraciones muy pequeñas.

“Las sales de aluminio, como el hidróxido de aluminio, el fosfato de aluminio y el sulfato de aluminio y potasio se han utilizado de forma segura en las vacunas durante más de 70 años”, afirmaron los CDC.

Además, un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. en el 2011 —Updated aluminum pharmacokinetics following infant exposures through diet and vaccination— concluyó que el “riesgo (era) extremadamente bajo para los lactantes" y que "los beneficios del uso de vacunas que contienen adyuvante de aluminio superan cualquier preocupación teórica”.

Asimismo, Ojo Público recogió la versión de médicos especializados en inmunología —a raíz de una publicación similar que circuló hace un mes— y concluyó que los componentes de las vacunas como sales de aluminio, formaldehído y timerosal eran considerados “no tóxicos”.

Conclusión

La publicación enlista componentes falsos y reales de las vacunas contra la influenza. Algunos, sin ningún sustento, como el detergente. La afirmación de la imagen que acompaña la publicación, acerca de que la vacunación “es peor” que la enfermedad, también es falsa, ya los métodos aprobados de inmunización son seguros. Por lo tanto, calificamos el post como engañoso.

*Si desea saber si una publicación en las redes sociales es cierta o falsa, puede pedir a La República que compruebe la información. Envíe su solicitud al apartado Contacto o escríbanos a nuestro WhatsApp (+51 997 883 271).

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