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Germán Ludeña, heladero que cruza cañón de Autisha, feliz tras recibir donación de casa

Municipalidad de Huarochirí premió a German Ludeña. ¿Qué cambios se han dado en su vida tras difusión de video en TikTok? Su hija nos lo cuenta.

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German Ludeña recibiendo su casa prefabricada. Foto: Municipalidad Provincial de Huarochirí

Informe: Pamela Advíncula / URPI-LR

Germán Ludeña Vicharra, el heladero que cruza el cañón de Autisha, en Huarochirí, para vender helados D’Onofrio y apoyar a su familia, se encuentra “feliz y emocionado” tras el reconocimiento que recibió por su admirable labor, por la alcaldesa de la Municipalidad de Huarochirí, Eveling Feliciano. Como se recuerda, el heladero de 64 años se hizo reconocido tras la difusión de un video en TikTok, donde se le ve cruzando el cañón de Autisha para vender sus productos.

Los internautas se conmovieron por el esfuerzo que realiza y las horas de trabajo que dedica para apoyar a su hija y a sus cuatro nietos, por lo que no dudaron en viralizar el video.

Tras ello, Ludeña Vicharra ha salido en varios medios de comunicación contando su historia de lucha, lo que generó una serie de reacciones, como la de la alcaldesa de Huarochirí -provincia donde vive- quien le donó una casa prefabricada y, a título personal, le apoyó en amoblar sus ambientes.

El popular heladero de Autisha inaugurando su casa prefabricada con la alcaldesa

A raíz de esta noticia, La República conversó con Yenny Ludeña, hija del heladero, quien expresó lo alegre que está su padre después de la donación recibida, además de relatarnos cómo viene cambiando la vida de su progenitor tras el video difundido en redes sociales.

”Él está muy feliz y emocionado porque le han dado un apoyo para que pueda descansar más tranquilo. Vivíamos en una casa prefabricada que no era de la mejor calidad, con la casita que le dieron ya no pasamos mucho frío, ahora mi padre tiene su propia habitación, su sala, su cocina. Está feliz, tiene mejor calidad de vida”, detalló Yenny, quien junto a sus cuatro hijos vive con su padre.

Ambiente amoblado gracias a

Le habrían robado celular

En otro momento, Yenny contó que su padre por ahora se encuentra incomunicado ya que el último sábado 30 de octubre, cuando regresaba en el carro de trabajar de Autisha, se quedó sin celular. “Él siempre lo guardaba en la mochila de helados, lo metía a un costado, no sabe si le robaron en el bus y no se dio cuenta o se le cayó”, comenta.

Ahora termina de vender más rápido y le piden fotos

Yenny refirió que su padre le dijo que tras la difusión del video, ahora vende sus helados mucho más rápido que antes, ya que la gente lo reconoce y se acerca a comprarle. “Todos me piden fotos para acá, para allá, vendo más rápido, me reconocen bastante”, cuenta lo que le dice su progenitor con alegría.

Casa Autisha

Empresa de helados se contactó con ellos

Con relación a la búsqueda que estaba realizando D’Onofrio, la empresa de helados con la que trabaja Germán, Yenny contó que sí se llegaron a reunir con ella y su padre, pero señala que se quedaron un poco decepcionados tras la cita.

”Vinieron dos señoritas de la empresa, fue una reunión donde le ofrecieron que trabaje en un depósito. Le iban a dar el polo, la gorra y mascarillas y ya no iba a gastar mucho en eso, y que también le iban a prestar la mochila y caja donde vende. Mi padre tiene una que se compró, le ofrecieron otra mejor en forma de préstamo. (Quedamos) como que un poco decepcionados, dijimos que lo pensaríamos y nos fuimos”, agrega Yenny.

Además, cuenta que ella y su padre agradecen todas las muestras de afecto, pero en el caso de la empresa para la que Germán ha trabajado por muchos años, les pide que sean un poco más considerados con él. “Deberían ser un poco más conscientes, quizá darle un incentivo por su edad... no es necesario dinero, quizá víveres o algo que le permita trabajar más tranquilo”, contó su hija.

German anhela comprarse una moto para trabajar con tranquilidad

Según Yenny, su padre camina mucho y por bastantes horas para lograr vender todos sus helados, pero por su edad, con el pasar de los años se cansa más, por eso revela el deseo que le confió: “Me gustaría comprarme una moto”.

”Nosotros entre los dos nos apoyamos. Él trabaja años vendiendo helados, yo también trabajo cuando puedo en eso, o haciendo otros cachuelos. Su mayor anhelo es y ojalá podamos juntar platita para comprarle una moto y ya no se arriesgue a ir por arriba, para que pueda vender los helados más tranquilo con la moto, sobre todo por su edad”, finalizó.