Los constantes avances tecnológicos del rubro de los smartphones han provocado que muchos usuarios se familiaricen con términos que antes desconocían. Uno de los conceptos más virales en la actualidad es la tasa de refresco, una característica de la pantalla que influye en la experiencia de uso y que en esta nota te explicaremos en qué consiste, cómo saber cuál tiene tu teléfono Android y cómo cambiarla fácilmente.
Probablemente has oído hablar sobre dicha especificación, pero al desconocer de qué se trata, no has configurado la tasa de refresco más alta en tu equipo y, por lo tanto, no aprovechas todo su potencial.
La tasa de refresco o de actualización hace referencia a la velocidad con la que el contenido mostrado se actualiza. Dicho valor se mide en imágenes por segundo, mientras que la unidad de medida empleada es el Hercio (Hz). En ese sentido, cuanto mayor es la tasa de una pantalla, más fluidos son los gráficos.
Lo estándar en el mercado de los teléfonos eran las pantallas de 60 Hz; sin embargo, desde el 2019 los fabricantes comenzaron a apostar por tasas de refresco más altas, como la de 90 Hz y la de 120 Hz.
Es importante precisar que la tasa de refresco repercute en el consumo de energía, así que si optas por elevar los valores, entonces la autonomía del terminal será menor.
Ya sea que quieras ganar fluidez en los gráficos o ahorrar batería, estos son los pasos a seguir para cambiar la tasa de refresco de tu celular:
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Actualmente, los celulares tienen un uso prolongado de tiempo, pues cumplen muchas funciones importantes para la rutina de los usuarios.
Es por ello que es importante saber sobre la tasa de refresco o tasa de actualización de la pantalla del móvil, ya que hace referencia a la velocidad con la que se muestra el contenido del panel del smartphone.