En internet existe una inmensa cantidad de información sobre salud y medicina que se ha convertido en el sitio de consulta predeterminado por muchos usuarios. Diariamente se realizan millones de búsquedas sobre qué medicamentos tomar para aliviar un dolor de cabeza, qué significa tener un dolor en el pecho, entre muchas otras preguntas similares.
Las personas suelen recurrir a internet para tratar de encontrar un diagnóstico a su malestar porque les permite ahorrar dinero en lugar de ir al médico. Sin embargo, esta mala práctica puede llevar a consumir medicamentos inadecuados. Por otro lado, los usuarios también realizan estas consultas en el mundo digital por la rapidez, ya que, en algunos casos, los hospitales o clínicas se encuentran abarrotados de distintos pacientes. Por esta última razón, OpenAI, compañía conocida por crear ChatGPT, quiere que la inteligencia artificial se convierta en un futuro médico personal.
Sam Altman, dueño de OpenAI, escribió en la revista Time sobre cómo la inteligencia artificial puede ayudar al servicio sanitario de Estados Unidos. Como muestra de este apoyo, Altman señaló que la IA ya está ayudando a la medicina en el desarrollo de fármacos, realizar mejores diagnósticos y aumentando la investigación en enfermedades como el cáncer.
Altman también considera que la inteligencia artificial puede ser una gran alternativa para aliviar el actual colapso sanitario que ocurre en Estados Unidos. Según los datos, actualmente hay 129 millones de estadounidenses que padecen, al menos, una enfermedad crónica. Esto se traduce en un gasto anual de más de 4.000 millones de dólares. Si bien el propietario de OpenAI se enfoca en el país norteamericano, se entiende que el apoyo de la IA puede ser replicado en otros países.
Por todo ello, Altman señaló que su compañía se fusionará con la empresa Thrive Global, especializada en salud, para formar Thrive AI Global. De esta manera, podrán crear una aplicación móvil que será una inteligencia artificial que actúe como un asistente médico virtual. El campo de acción de esta nueva IA se verá en distintos ámbitos: el sueño, la alimentación, el ejercicio, el manejo del estrés y las conexiones sociales.
A pesar de las buenas intenciones, existe preocupación acerca de cómo se manejaría la privacidad de los usuarios. El funcionamiento de esta nueva inteligencia artificial estará muy relacionado con la información médica que proporcionen las personas, la cual es muy personal.
Esto plantea algunas de las siguientes preguntas: ¿Qué tan seguro es que OpenAI conozca a profundidad tu estado de salud? ¿Usarán esa información para fines publicitarios? Es importante recordar que, en el pasado, la compañía de Sam Altman estuvo envuelta en polémicas con respecto a la privacidad de sus usuarios.
Hasta el momento no existe una inteligencia artificial que sea capaz de reemplazar a un médico en su totalidad. Por ello, se sigue recomendando a las personas que, en caso de sufrir alguna enfermedad, acudan a un especialista en el tema y no realicen consultas en internet o a un chatbot con la esperanza de recibir un diagnóstico completo, junto a supuestos medicamentos que deberían tomar.