Desde hace mucho tiempo, la mayoría de usuarios ha creído de manera equivocada que las consolas antiguas se hacen amarillas por descuido. Sin embargo, este deterioro es algo totalmente normal, que se agrava con el paso del tiempo. ¿A qué se debe? Aquí te lo contamos.
En este sentido, debes saber que el problema que causa que las consolas se hagan amarillas con el paso del tiempo es conocido como yellowing y que ocurre con muchos dispositivos electrónicos, no solo con consolas clásicas de Nintendo.
Según el portal Vandal en Español, que las consolas se hagan amarillas no se debe a que sus dueños sean personas sucias, ni por el humo del cigarro o el polvo. Esto ocurre debido al material del que están hechos algunos aparatos electrónicos como las NES, SNES, Game Boy o incluso Gamecube.
Las carcasas de consola como las viejas Super Nintendo y los controles de la Xbox 360 usaban acrilonitrilo butadieno estireno o también conocido como ABS. Es un tipo de plástico que tiene como principal componente al bromo, por lo que cuando este expone mucho a la luz UV provoca oxidación. Ello genera que las consolas y controles blancos se hagan amarillos.
En esencia, el plástico ABS se compone de combustible. Era utilizado en las consolas para contrarrestar un posible sobrecalentamiento de la máquina, en la mezcla se utilizaban diversos químicos retardantes para evitar un incendio interno en el sistema.