Actualmente, la mayoría de usuarios se han acostumbrado a la presencia de los bugs, o fallas, en casi cualquier software: sistemas operativos, apps de teléfonos, videojuegos o el navegador web. No obstante, el primer bug informático de la historia nace con exactamente con lo que significa el término: un bicho, traducido al español.
El 9 de septiembre de 1947, se registró de manera oficial el primer bug en una computadora. Un equipo de científicos de la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, redactó una nota sobre el uso de la computadora Mark II, que en ese entonces era una calculadora gigante.
El escrito era simple y señalaba a las 3.45 p. m: “Primer caso real de un bug encontrado”, junto a la muestra del espécimen. Lo que sucedió fue que una polilla, una real, residía en el interior de los circuitos de la Mark II. Además, era la causa de que la computadora presente problemas de funcionamiento, literalmente, por un bug.
Los ingenieros a cargo del uso de la Mark II descubrieron la presencial del insecto. Foto: Digitaltrends
Los ingenieros a cargo de la Mark II notaron que la polilla estaba atrapada en el circuito relé 70 del Panel F. Y como prueba del acontecimiento, pegaron el cadáver del insecto con cinta adhesiva y así se convertiría en el primer registro literal de un bug en la historia.
Según Grace Hopper, una de las ingenieras del equipo, el bicho llegó al interior del hardware debido a que alguien durante el turno nocturno abrió la ventana de la habitación donde se ubicaba la computadora.
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Ahora bien, los ingenieros y operadores de la Mark II no son quienes acuñaron el término bug de manera oficial, pero sin duda alguna, el incidente con la polilla fue el origen de la referencia a estos errores de software. Hacia finales de la década de los 70, se hicieron intentos por modificar la denominación, pero fracasaron, ya que en esos años el concepto ya estaba arraigado al problema informático.
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