En lo que va del año, Twitter ha pasado por una de sus facetas más difíciles y controversiales de su historia. Desde que Elon Musk anunció su interés por comprar la red social, se creó una serie de especulaciones sobre lo que sería el futuro de esta plataforma. A pesar de todo el alcance y trayectoria que tiene este reconocido empresario, para muchos, no es la persona calificada para tomar el mando de Twitter; no obstante, las negociaciones ahora ya se encuentran en marcha, pero en el camino han surgido algunas interrogantes que parecen haber truncado el acuerdo de adquisición.
Todo apunta a que el dueño de Starlink será quien tome la posta, pero una serie de requerimientos han puesto en tela de juicio la decisión del millonario, quien estaba dispuesto a pagar 44.000 millones de dólares por Twitter.
Una de las principales promesas que hizo Musk para cuando sea el dueño de Twitter fue la de deshacerse de todos los bots que inundan dentro de esta red social ¿El motivo? Los bots generan una gran cantidad de tráfico que pueden alterar las cifras de vistas en Twitter, al igual que en Facebook, Google, Instagram y cualquiera de las redes sociales que existen en la actualidad.
Los bots, también conocidos como cuentas fantasmas o artificiales, son usados en las redes para difundir noticias falsas, desinformar a usuarios reales, llevar a personas hacia sitios web engañosos y hacer crecer ciertas publicaciones usando las funciones “compartir” o “me gusta”.
Para Elon Musk, es muy importante tener conocimiento de la cantidad de bots que existen en Twitter, por lo que le ha solicitado a los propietarios que le entreguen un reporte vigente con los datos exactos.
Según el cálculo hecho por los dueños de Twitter, entre ellos, Parag Agrawal, quien se desempeña como presidente ejecutivo de Twitter, los bots que existen rodean un aproximado del 5% de usuarios en total. Sin embargo, un indicio de que esta premisa puede ser falsa ha llevado a que el inversor decida poner un alto a la compra.
Pasa que la mayoría de ingresos que recibe Twitter provienen de la publicidad o anuncios. Con esta dinámica, las cuentas de empresas realizan un pago por publicación con la finalidad de tener mayor alcance dentro de la plataforma. Así, sus post pueden adquirir más vistas y, a la vez, sus cuentas pueden crecer en seguidores.
No obstante, el panorama cambia mucho si caemos en la cuenta de que las cuentas que llegan a interactuar con alguna publicación pagada tienen gran participación de alguna cuenta fantasma. Esto no es considerado como una estafa, pero sí puede perjudicar a los inversores, ya que los “bots” simulan audiencia en línea, por lo que se genera un sobreprecio.
Esta situación es la que ha hecho que Musk de un paso atrás y no tenga la misma mirada hacia Twitter. Peor aún, si partimos de la promesa que hizo Musk, en la que aseguró que erradicaría a todas las cuentas falsas, los ingresos pueden irse en picada cuando estas cuentas sean expuestas y cerradas, lo que significaría pérdida para Twitter y, por ende, para Elon Musk.
Si damos una mirada a las normas y parámetros que tiene Twitter respecto a la privacidad del usuario, notaremos que existen reglas sobre ciertas acciones que pueden y no pueden hacerse sobre las cuentas: una de ellas promulga que se debe respetar la privacidad de los usuarios, lo que rechazaría de inmediato el pedido de Elon.
Luego de toda esta maraña que tiene el empresario con Twitter, Musk anunció que momentáneamente la compra se había detenido y que quedaría a la espera de las cifras solicitadas. “El acuerdo sobre Twitter queda en suspenso de manera temporal a la espera de detalles que sustenten el cálculo de que las cuentas falsas representan efectivamente menos del 5% de los usuarios”, público el último viernes 13 en su cuenta de Twitter.
Como resultado de este breve post, Twitter tuvo una gran caída del 20% dentro de los intercambios electrónicos previos a la apertura de Wall Street, ubicándose en poco más de $36 por acción, muy por debajo de los $54,2 que había propuesto el dueño de Tesla.
PUEDES VER: Elon Musk dice que levantará el veto a Trump en Twitter si se concreta su compra de Twitter
La acción de Twitter, que cotiza en la Bolsa de Valores de Nueva York, limitó sus pérdidas al ceder cerca de un 10% en el comercio electrónico antes de la apertura de Wall Street, después de desplomarse un 25% tras el anuncio de la suspensión de la compra.
Luego de lo sucedido, Musk decidió volver a Twitter y dentro del mismo post, trató de dar calma a la audiencia diciendo que “continúa comprometido con la operación”, pero sus declaraciones no tranquilizaron al mercado y, al cierre de la sesión, los títulos cayeron un 9,8%.
Es cierto que los bots son un problema para las redes sociales, no solo por lo que mencionamos algunas líneas más arriba, sino porque pueden ser usados para generar fraude, difundir publicaciones socialmente polarizadas o incluso servir de herramientas de hackeo. Al momento, perjudicado ha sido Twitter y sus acciones; sin embargo, solo nos queda esperar y ver cómo se resuelve este embrollo.
Respecto a Musk, no sabemos si sus decisiones tienen una doble intención, que busca retroceder en la compra de Twitter o si simplemente es una estrategia que busca negociar el precio de la red social. El tiempo juzgará.