El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, anunció este martes que no prohibirá el uso de equipos desarrollados por Huawei para la implementación de la infraestructura de redes 5G en su país, evitando ceder ante las presiones por parte de Estados Unidos que buscan impedir la participación de la compañía china en la expansión de esta tecnología a nivel global.
En mayo del año pasado, la administración de Donald Trump incluyó a Huawei en la lista negra del Departamento de Comercio de Estados Unidos tras acusarla de estar relacionada estrechamente con el gobierno chino y supuestas actividades de espionaje, alegando que representaban una amenaza para la seguridad nacional.
No obstante, la decisión tomada por Reino Unido propone una serie de restricciones para proteger su infraestructura digital y evitar la alta dependencia de estos equipos. Calificados como “proveedores de alto riesgo”, donde está incluido Huawei, tendrán una participación en el mercado limitada al 35 %.
Además, para “mitigar el riesgo potencial que representa la cadena de suministro y combatir el rango de amenazas”, estas empresas también serán excluidas de las partes centrales críticas de la red y no tendrán acceso a rede y ubicaciones geográficas sensibles, como sitios nucleares y las bases militares.
De acuerdo con la secretaria digital del Reino Unido, la baronesa Morgan, esta medida “se basa en nuestra estrategia para desarrollar una diversidad de proveedores”, con la que pretenden atraer nuevos fabricantes de equipos para redes de telecomunicaciones que no estén presenten en el país.