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Sociedad

Evangelina, la mujer símbolo de lucha que el huaico no pudo arrasar

La ciudadana Evangelina Chamorro Díaz, de 32 años, no solo sobrevivió al huaico, también las autoridades que no ejercieron planes de prevención para evitar la catástrofe y, ahora, el país lo sufre.


Evangelina, la mujer símbolo de lucha que el huaico no pudo arrasar | VIDEO

Entre maderas retazadas, barnizadas de lodo, se hallaba Evangelina Chamorro Díaz, de 32 años. Ella fue arrastrada por la fuerza natural de un huaico en Punta Hermosa.  

Durante varios minutos, su vida, la de dos vacas y un cerdo estuvieron en medio del infortunio. Su cuerpo, por suerte, fue retenido por la madera acumulada, donde apenas se podía sostener.

Este escenario fue el centro de la preocupación en Twitter. Ella fue vista por un grupo de personas que observaban, sin explicación, los golpes del río. Y en un acto de supervivencia se puso de pie y aceleró el paso. Trastabillaba y volvía a levantarse. 

Pese a que todo era movedizo, recuperaba el equilibro sin saber cómo. Ella solo movía las manos tratando de sujetarlas en los palos de barro, tratando de construir un puente para salvarse. Logró llegar a un remedo de orilla. Dio dos pasos más y fue sujetada por otras manos. Fue llevada de inmediato al hospital María Auxiliadora, donde quedará internada por no se sabe cuántos días. 

Mientras Chamorro Díaz intentaba salvarse, un grupo de bañistas pudo dar con las vacas y el cerdo, que terminaron en la desembocadura del río. 

Lima volvía a ser vulnerable. Volvía a quedar en el colapso.

En el norte del país y en el sur, el drama era un telón de lodo. A Chiclayo, Trujillo y Piura las unía la falta de prevención. Como decía Camus: "Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica". Y así fue.

El alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, solo se percataba que los puentes estén intactos. En tanto, el presidente Pedro Pablo Kuczynski invitaba a la prudencia para conocer la profundidad del fenómeno. 

Este miércoles, Evangelina, las vacas y el cerdo se convirtieron en el símbolo de la irresponsabilidad de quienes tratan de llevar un país con mucho presupuesto, pero con pocas ideas de prevención.