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Sociedad

La segunda región más poblada del Perú pasó de las inundaciones a la escasez de agua en 2024: "Tenemos sequía desde junio"

Esta región enfrenta en 2024 una severa crisis hídrica que está afectando tanto a los agricultores como a varios sectores económicos. La sequía ha reducido drásticamente el nivel de agua del reservorio de Poechos.

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Los efectos de la sequía son especialmente devastadores para los agricultores de la región, que dependen en gran medida de Poechos. Foto: composición LR/ Cutivalú Piura/Mapas/Sebastian Castañeda/

La región de Piura, la segunda más poblada del Perú, atraviesa una grave crisis hídrica en el 2024. Esta situación, marcada por una sequía imprevista, está afectando a cientos de agricultores, comunidades y sectores económicos clave. A lo largo del año, Piura ha experimentado una drástica escasez de agua, en contraste con los fenómenos climáticos extremos que ha enfrentado en años anteriores, como el ciclón ‘Yaku’ en el 2023 o el Niño Costero en el 2017.

La crisis del reservorio de Poechos

El reservorio de Poechos, inaugurado en 1976 con una capacidad de 1.045 millones de metros cúbicos de agua, actualmente se encuentra con solo 26 millones de metros cúbicos en su principal ojo de agua. A pesar de que existen otras pozas con 61 millones de metros cúbicos, estas no pueden ser aprovechadas debido a la falta de conexión con la compuerta de salida.

Según el ingeniero Víctor Garrido Lecca, presidente del Consejo Directivo del Proyecto Especial Chira-Piura (PECHP), encargado de la administración de Poechos, afirmó lo siguiente en una entrevista con América Futura: "El año 2024 es un clarísimo ejemplo de cambio climático. (...) Llovió hasta febrero, pero en marzo ya no. Tenemos sequía desde junio. No estamos preparados ni para las lluvias ni para la sequía".

Crisis hídrica en Piura. Foto: La Primera

Agricultores de Piura luchan contra la escasez de agua

Los efectos de la sequía son especialmente devastadores para los agricultores de la región, que dependen en gran medida de Poechos para irrigar sus cultivos. En la parte baja de Piura, los campos de arroz muestran claros signos de deterioro, como el caso de un agricultor, quien posee dos hectáreas de arrozales. “Tenemos dos meses sin regar”, se lamentó el peruano en un diálogo con América Futura, y explicó que sus plantas se han secado debido a que solo ha recibido agua "por partes".

Según él, la falta de agua es una consecuencia de la mala administración de la Junta de Usuarios, el organismo encargado de la distribución del agua. Asimismo, denunció que "se están llevando el agua de noche" y mostró una acequia con solo un pequeño torrente.

La situación se ha vuelto tan crítica que, el 1 de noviembre, un grupo de agricultores intentó abrir una compuerta en el centro poblado de Chalacala, lo que llevó a enfrentamientos con la policía. Ante estos incidentes, Garrido Lecca informó que se coordinará con las Fuerzas Armadas para evitar más conflictos. “Pronto se coordinará con las Fuerzas Armadas para evitar estos incidentes”, declaró el ingeniero.

Impactos económicos y sociales

Además de los agricultores, otros sectores clave de la economía de Piura también se están viendo afectados. Según Mateo Gómez, presidente de la Cámara de Comercio de Piura, relató para Norte Sostenible que, la crisis hídrica podría provocar la pérdida de hasta 60.000 empleos, muchos de ellos ocupados por mujeres, lo que sería un golpe devastador para la economía regional.

Sectores como la agricultura (limón, mango y banano orgánico) y el turismo, especialmente en las playas de Máncora, también enfrentan dificultades. Ralph Zapata, director de Norte Sostenible, informó que ya se han cancelado algunas reservas turísticas debido a la falta de agua y las malas condiciones para el consumo.

La falta de agua ha alcanzado niveles tan críticos que, si la sequía persiste, incluso el suministro para consumo humano podría verse afectado. Garrido Lecca advirtió que, si no hay lluvias, Poechos solo tendrá agua disponible para la población hasta enero, y que se implementarán medidas de racionamiento. En localidades cercanas al embalse, como Lancones, los habitantes solo reciben alrededor de 12 horas de agua al mes a través de las cañerías. En Sauce, otro pueblo cercano, los residentes deben extraer agua de pozos salados, que no pueden consumir directamente y deben comprar en bidones para sus necesidades diarias.