Durante una entrevista reciente con el canal de YouTube Enrro24, la peruana Marina Chacón, quien inicialmente soñaba con estudiar diseño de modas, redirigió sus aspiraciones hacia un objetivo más ambicioso: ingresar a la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). A sus 23 años, esta ingeniera textil ha demostrado que la combinación de creatividad y ciencia le permitió alcanzar su meta académica y abrirse puertas a una carrera lucrativa. Hoy, la joven destaca en un campo donde los ingresos pueden llegar hasta S/40.000 mensuales, lo cual refleja el potencial económico de la ingeniería textil. "¿Dicho monto puede ganar un reciente egresado o ya uno experimentado?", es una de las preguntas que suelen plantearse los usuarios.
Los ingenieros textiles en Perú, como Marina Chacón, egresada de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), encuentran en su campo oportunidades lucrativas de desarrollo profesional. “Uno puede comenzar con 2.500 soles mensuales y luego ascender a 3.000, 4.000, 5.000, 6.000, 7.000 soles”, explica Marina, ilustrando el progreso salarial típico en esta carrera. Además, ella menciona que los gerentes alcanzan salarios mucho más altos, con algunos llegando hasta S/40,000 mensuales, lo que destaca el considerable potencial económico en la gestión dentro de la ingeniería textil.
La especialización en este campo exige un conocimiento técnico detallado de los procesos textiles y habilidades en negociación y gestión estratégica, capacidades altamente valoradas y bien remuneradas en la industria. Marina recalca la importancia de estas habilidades, fundamentales para alcanzar y superar la barrera de los S/40.000 mensuales en roles gerenciales, reflejando la escalabilidad de los ingresos en este sector.
La decisión de Marina Chacón de estudiar ingeniería textil no fue sencilla, dada la presión familiar y las expectativas de seguir una carrera más tradicional como la ingeniería civil. Desde pequeña, su entorno la había encaminado hacia la construcción, donde muchos de sus familiares ya habían dejado huella. "Mis tíos y mi papá se dedican a la construcción, entonces me decían que yo debía seguir en ingeniería civil," confiesa la peruana. Sin embargo, su interés por la moda y su determinación por ingresar a la UNI la llevaron a descubrir y eventualmente a enamorarse de la ingeniería textil.
Además de superar las expectativas familiares, Marina enfrentó el desafío de ingresar a una carrera poco conocida y frecuentemente subestimada en Perú. Muchos desconocían la existencia de la ingeniería textil como un campo de estudio formal, lo que añadía una capa de incertidumbre a su elección. "¿Esa carrera existe?", era una pregunta común que Marina escuchaba al compartir su decisión. Este desconocimiento generalizado sobre la profesión significaba que Marina no solo tenía que luchar por su educación, sino también por validar su campo de estudio ante los demás.
Marina durante su entrevista con Enrro24. Foto: captura de pantalla/Enrro24/YouTube
La egresada de 23 años anima a los jóvenes a explorar esta carrera, destacando la importancia de la curiosidad y la investigación previa. "Investiguen mucho sobre las carreras que les interesan y eviten decidirse solo por las más populares o las que parecen tener más prestigio," aconseja Marina. Según ella, es crucial entender que cada campo, incluido el textil, ofrece su propio conjunto de desafíos y recompensas, y que la pasión debe ser el principal motor para la elección de una carrera.
Además, Marina enfatiza la necesidad de una preparación y dedicación temprana. "Estudiaba desde los 12 años, siempre iba a la academia durante las vacaciones", recuerda sobre su propio camino hacia la universidad. Este nivel de compromiso preparó a la peruana para los rigores académicos de la UNI y la equipó con la perseverancia necesaria para sobresalir en un campo tan especializado y competitivo como la ingeniería textil.