Feminicidio en Cañete: policía encuentra cuerpo de mujer decapitada en playa Boca del Río en Mala
Pescadores artesanales encontraron los restos en la playa Boca del Río, en el distrito cañetano de Mala, al sur de Lima. La Policía baraja varias hipótesis sobre este horrendo crimen que ha conmocionado a la población.
La Policía está investigando el hallazgo del cadáver de Geydy Lizbeth Peña Lázaro, descuartizada en la playa Boca del Río, en el distrito de Mala, provincia limeña de Cañete. El cuerpo estaba en estado de descomposición y fueron pescadores artesanales los que notificaron la presencia de estos restos, que fue varado por el mar.
Tras recibir el aviso, personal de la comisaría del sector y del cuerpo de Serenazgo acudieron a la zona con un representante del Ministerio Público para realizar el levantamiento del cadáver.
Mientras tanto, peritos en criminalística y del departamento de investigación criminal abrieron un proceso sobre el caso con el objetivo de tratar de dar respuesta a qué es lo que ha podido suceder.
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El cuerpo, sin ninguna de las extremidades, apareció en un punto cercano de la desembocadura del río Mala. Los restos, según han señalado los investigadores, podrían pertenecer a una mujer joven. Sin embargo, los efectivos de la comisaría de ese distrito aseguraron que en esa dependencia no hay ninguna denuncia sobre mujeres desaparecidas.
Los restos serán trasladados al centro de medicina forense. En ese lugar, se realizará una autopsia para tratar de obtener el máximo de información y esclarecer el caso.
El principal objetivo de los investigadores es determinar quién es la víctima, cuándo murió, desde dónde ha venido el cadáver hasta la playa y cómo perdió la vida. El hecho de que haya aparecido sin cabeza, brazos ni piernas llama la atención y deja abiertas varias hipótesis.
Asesinato en Cañete: no se encontraron testigos
El hallazgo en la orilla del mar, alrededor de las 11:00 de la mañana, generó una conmoción entre los lugareños. Los pescadores habituales de la zona cercana a la playa Las Totoritas no reportaron haber escuchado tiros ni gritos, lo que llevó a los investigadores a sospechar que el cuerpo fue desmembrado y arrojado por alguien familiarizado con el área desolada. Ni siquiera en El Salitre, el área poblada más cercana, se encontraron testigos de eventos sospechosos.
Los peritos en criminalística tomaron las huellas dactilares del brazo hallado y, tras un meticuloso cotejo, el fiscal a cargo confirmó la identidad de la víctima: Geydy Lizbeth Peña Lázaro, de 32 años. Sus padres, Juan y Teodora, relataron a la policía que la joven desapareció el martes por la noche. La última vez que la vieron con vida fue en su hogar, ubicado en la calle Nueva Esperanza, en el asentamiento humano Santa Rosa de Mala, y en su lugar de trabajo, un restaurante en la Plaza de Armas del distrito.
El Ministerio de la Mujer se pronuncia exigiendo justicia por el feminicidio en Cañete. Foto: Ministerio de la Mujer/X
PNP sospecha de expareja
Dado que no se detectaron testigos ni evidencia de violencia en la escena del hallazgo, se presume que no fue el sitio principal del crimen. Los investigadores sugieren que quien dispuso del cuerpo en ese lugar posiblemente conocía la zona. Además, la mecánica del descarte del cadáver descarta la posibilidad de un crimen durante un robo, fortaleciendo las hipótesis de venganza o feminicidio.
La atención de la investigación se centra en el padre de los hijos de Geydy, quien es el principal sospechoso. Las pesquisas preliminares indican que podría haber contratado a delincuentes para deshacerse del cuerpo. Tanto el departamento de investigación criminal como el Ministerio Público están al frente de esta investigación para esclarecer este oscuro caso.
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Canales de ayuda
Si eres o conoces a alguna persona que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, comunícate de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”. Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente. Este servicio atiende las 24 horas, todos los días del año (incluye feriados).
