El proyecto Agua de Emergencia es un programa de la Municipalidad de Lima que busca llevar este recurso vital hacia las zonas más alejadas y vulnerables de la ciudad. El primer punto de este proyecto se inauguró en abril del 2023, con la instalación de 13 pilones en la agrupación familiar Santa Rosita, en el distrito de San Juan de Lurigancho. Solo esta primera etapa beneficia a más de 12.000 personas del distrito más poblado del Perú, según el alcalde Rafael López Aliaga.
Con el transcurso de los meses, este proyecto se ha extendido hacia otras zonas de San Juan de Lurigancho. Esto ha sido posible en alianza con la Empresa Municipal de Apoyos Estratégicos (Emape) y el Servicio de Agua Potable y Alcantarillado de Lima (Sedapal). En la actualidad, también se puede encontrar en las agrupaciones familiares Las Torres de Juan Pablo II y Villa California. No obstante, estas zonas todavía no cuentan con desagüe o alcantarillado.
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El proyecto de Rafael López Aliaga consta de un sistema de tres etapas. Primero, se instalan reservorios de agua en las zonas bajas de los cerros. Después, con la ayuda de una bomba, el agua es impulsada hacia las áreas más altas del distrito. Finalmente, el recurso llega a los pilones, donde cientos de familias deben abastecerse desde una única fuente.
Modelo del proyecto Agua de Emergencia de Rafael López Aliaga. Foto: Municipalidad de Lima
Rudecindo Vega Carreazo, abogado, catedrático, exministro de Vivienda y expresidente de Sedapal, indicó que el proyecto Agua de Emergencia de Rafael López Aliaga está inspirado en programas de asistencia no convencionales de al menos siete años atrás. Añadió que, durante su gestión en Sedapal, lideró el proyecto Agua Es Vida de Redes no Convencionales para Zonas Populares.
"No es algo nuevo. Ya hay experiencia en Lima, ya se ha hecho antes. Incluso diría que en 2017 encontré en Sedapal un proyecto que se desarrollaba en el distrito de Santa Rosa, en el norte de Lima, y durante mi periodo creamos el programa Agua Es Vida con el propósito de intervenir, no solo en San Juan de Lurigancho, sino también en todas las áreas de Lima que presenten ese problema", declaró a La República.
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"La experiencia se generó en Sedapal hace siete años, y que hoy la asuma la municipalidad es positivo, ya que lo importante es cómo llegamos a esos lugares donde viven muchas familias que no serían alcanzadas con las obras convencionales que se ejecutan en Lima", destacó.
En este sentido, celebró la decisión de la Municipalidad de Lima de replicar este proyecto y resaltó su eficacia para abastecer a cientos de familias. "Es crucial porque es lamentable que las personas en esas áreas no tengan agua y terminen pagando más del cuádruple que una familia en los sectores A y B. No podemos permitir que eso ocurra. Cada ciudadano, sin importar dónde viva, tiene derecho al agua", sostuvo.
Sin embargo, insistió en que el proyecto debe formar parte de un programa que también incluya la seguridad de las personas que habitan esas áreas. "En estos proyectos de obras no convencionales, se debe garantizar no solo la seguridad del servicio, sino también la seguridad de las familias que viven allí", enfatizó.
Incluso detalló otras maneras de llevar agua a las áreas más remotas de la ciudad. "También existe la opción de llevar agua a los reservorios que puedan estar en la parte alta. Una tercera alternativa es ubicar reservorios en la parte baja, que luego bombeen hacia uno más elevado. Lo ideal es proporcionar agua a cada hogar en lugar de colocar pilones colectivos, como propone la municipalidad. En Sedapal instalamos caños en cada casa para cada familia, acompañados de alcantarillado a través de pozos sépticos", concluyó.
La República se contactó con Sedapal para conocer cuál es su papel en el proyecto Agua de Emergencia de Rafael López Aliaga. Al respecto, la entidad señaló que ha firmado un convenio de colaboración interinstitucional con la Municipalidad de Lima para proporcionar agua potable a las personas beneficiadas del programa. "Donde actualmente no llega la red de distribución secundaria de Sedapal, hasta que los proyectos definitivos entren en operación", explica en un pronunciamiento enviado en exclusiva. Asimismo, indica que se hace responsable de todo el sistema una vez haya sido entregado a la población.
"De acuerdo con lo establecido en el convenio firmado, Sedapal participa en el proyecto otorgando la factibilidad de la dotación de agua, aprobado los diseños de cada proyecto y supervisando la instalación de la infraestructura necesaria, para luego hacerse responsable de la operación y mantenimiento de la infraestructura transferida para cada proyecto", precisa Sedapal.