El 30 de marzo, Gloria Machuca (55) terminó su jornada de clases en un colegio situado en Huacho y se dirigió rumbo a su hogar, pero nunca llegó. Fue encontrada con vida por personal de la Policía Nacional del Perú (PNP), ocho días después, en la quebrada de Ámbar, acantilado a donde cayó accidentalmente. Casi un mes después, este 25 de abril, la maestra retornó al colegio donde trabaja para retomar sus actividades laborales.
"Me siento renacida, feliz, contenta. Es algo inexplicable", declaró a Latina Noticias, a tan solo horas de iniciar su jornada de clases. Asimismo, indicó que durante su periodo de descanso deseó con ansias retornar a sus labores porque los alumnos del colegio donde trabaja suelen perder clases por licencias de profesores.
"La zona donde se ubica la escuela presenta una geografía accidentada y, por ese motivo, los docentes suelen tener algunos problemas para acceder al lugar y piden licencias. Estos chicos suelen perder clases por mucho tiempo y no quería que eso pase de nuevo", explicó.
Asimismo, agregó: "Quiero cambiar ese concepto que ellos (los alumnos) tienen de los profesores que llegan a Paracas".
La travesía de Machuca inició al dejar su hogar con destino a la escuela, situada a seis horas de distancia. Desafortunadamente, en su regreso, sufrió un accidente: cayó por una quebrada de más de 20 metros que la dejó lesionada y aislada en una zona crítica. Ante la falta de respuesta a sus intentos de comunicación, su familia —encabezada por su hija Lucero Cernaqué— se movilizó desde la capital hacia Ámbar para intensificar la búsqueda y reportar la desaparición a las autoridades.
En la búsqueda participaron comuneros y rescatistas de la zona, quienes en el camino encontraron diversos artículos y señales que permitían saber que estaba con vida. Fue entonces cuando el domingo 7 de abril, por la tarde, escucharon la voz de la maestra, de quien —con poca fuerza— aún se oía su pedido.
A pesar de las adversidades, Machuca no se rindió y trató de dejar señales para ser localizada, utilizó objetos —como suero, chocolate y una tabla de picar— contenidos en su mochila, los cuales fueron esenciales para marcar su camino y solicitar auxilio.
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“Ayer bajé a Paracas, me caí y me perdí. Ayer dormí en el monte, por favor, quien lea esto, venga a ayudarme o dé aviso a defensa civil para que me rescate. No puedo caminar y nadie pasa por aquí, yo sí estoy cansada de gritar, pero nadie me escucha. Lic. Gloria Machuca”, escribió Machuca en una tabla de picar que dejó durante su camino a fin de ser ubicada.
Después de su rescate, fue trasladada de urgencia al Hospital Sabogal. Su familia y estudiantes expresaron un inmenso alivio y felicidad al encontrarla con vida. En un mensaje de agradecimiento, compartido por su hija, la educadora expresó su gratitud hacia todos los que mostraron preocupación durante su difícil situación