Tarapacá fue peruana. El 7 de junio es conmemorada por la célebre y a su vez fatídica Batalla de Arica, en la que peruanos y chilenos se enfrentaron por el salitre: el mineral más valorado en aquellas épocas. Tras el fin de la Guerra del Pacífico en 1883, gran parte de la zona sur del Perú pasó para siempre a manos chilenas y con ellas, sus ciudadanos, que por orden de su nuevo propietario obligó a abrazar la nueva bandera.
Esta condición se ratificó luego de la firma del Tratado de Lima de 1929. Sin embargo, un documento no podía cambiar el sentimiento de los compatriotas que quedaron fuera de las fronteras peruanas luego que, por medio de las armas y la diplomacia, se decidiera que sus hogares fueran separados del seno nacional.
Aunque la presión de las autoridades chilenas era fuerte, el patriotismo de cientos de peruanos impedía que entonasen las estrofas de su ahora nuevo himno. Es por ello que dejaron todo y decidieron abandonar su hogar y migrar al puerto del Callao a merced del Estado peruano. Este es el caso de los "repatriados irredentos", ciudadanos tarapaqueños que fundaron la Urbanización Tarapacá, en el primer puerto.
En este contexto, acosados por la política de "chilenización" que imperaba en los territorios perdidos tras la guerra, estos peruanos desarraigados decidieron dejarlo todo, abandonaron su tierra y migraron al puerto del Callao, donde la llegada de los migrantes tarapaqueños fue amena, ya que tuvieron una gran acogida en la capital. El Estado los ubicó en diferentes partes como en el hospicio de Santa Rosa, situado en la avenida Tacna, en el cercado de Lima y en varios cuarteles militares.
De acuerdo con la PUCP, la creación de este barrio se remonta hasta el oncenio de Augusto B. Leguía. Durante esta época y luego del Tratado de Lima, el mandatario exigió al país sureño una indemnización por “daños y perjuicios” de todas las propiedades que abandonaron los habitantes de Tarapacá y las otras regiones.
Tras el pago de estas propiedades, el Estado peruano, al mando de Leguía, citó a los tarapaqueños a la plaza de Armas de Lima, donde anunció la adjudicación de terrenos para todos aquellos que venían de dicha región. Este hecho ocurrió con el fundo La Chalaca que después pasó a llamarse La Agrícola y ahora es la Urbanización Tarapacá.
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Aquel día, el presidente del oncenio les dio una pequeña parte de Tarapacá a los tarapaqueños.
La Urbanización Tarapacá se ubica entre las avenidas Óscar R. Benavides (Colonial), Argentina, y Faucett, en Callao, a unas muy pocas cuadras del concurrido Mall de Bellavista.