El último 20 de abril, Rosa Farfán, una funcionaria de la Sunat, tomó un taxi de la calle tras salir de la clínica San Pablo en Surco. Según las pesquisas policiales, esta madre de familia fue secuestrada por varias horas en dicho vehículo. Posteriormente, el delincuente al volante habría hecho ingresar a un cómplice más para agredirla mientras le vaciaban sus cuentas bancarias. En dicho trayecto, la mujer sufrió un fuerte impacto en la cabeza a tal punto que perdió la vida.
Estos criminales se encontraban circulando a lo largo de la Vía de Evitamiento con dirección al Sur, por lo que a la altura del puente Los Quechuas, en el distrito de Salamanca, dejaron los restos de la funcionaria y no fue identificada hasta un día después. Los resultados de la necropsia revelaron que Farfán fue golpeada con un objeto contundente duro.
PUEDES VER: Fue desalojada por su familia y ahora vive en una casa de papel: el caso de Amelia Chávez
"Esta banda criminal del cono este de El Agustino tiene esta modalidad. De merodear farmacias, clínicas de esta zona. Simular ofrecer taxi", indicó a los medios el coronel Revoredo.
Es así que una semana después de este lamentable hecho, efectivos de la PNP lograron detener a dos de sus presuntos asesinos. Se trataría de Alexander Joaquín Esquén Rojas y Axel Limay Chávez, quienes serían parte de la banda criminal Los Chinos del Agucho. Durante su captura, se les incautó pasta básica de cocaína, marihuana y celulares.
Ante este panorama, sus familiares descartaron a los medios que Rosa Farfán haya tenido enemigos problemas con alguna persona. Sin embargo, la PNP no descarta que podría tratarse de un asesinato por encargo. "Ella era una madre de familia súper allegada. Cuidaba siempre a sus padres, era hija única. Era una persona súper amable. No entendemos por qué este hecho le ha ocurrido", relató a Panamericana una de sus amigas.