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Sociedad

El 50% de la población de Juliaca no tiene agua potable y alcantarillado

Dura realidad. Carencia de servicios pone en graves problemas a la población. Un grupo consume agua no tratada, poniendo en riesgo su salud. Otros deben pagar más de 100 soles al mes para comprar el líquido tratado y así evitan enfermarse. 

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Riesgo. Silos contaminan agua subterránea en Juliaca. Foto: La República

Por: Zenaida Zea/ LR

De acuerdo a un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) del año 2019, Puno era una de las regiones que menos cobertura de agua y desagüe tiene en el país. El déficit llegaba a 71.6%.

Juliaca, que es la capital de la provincia de San Román, con 252 mil 671 habitantes, es la localidad más poblada de la región Puno. Sin embargo, su crecimiento demográfico no va de la mano con la instalación de servicios básicos. Según Seda Juliaca, solo el 50% de juliaqueños en prometido tiene agua potable y desagüe. La cifra está lejos de los estándares internacionales.

El presidente del comité de gestión del Proyecto Integral de Agua y Alcantarillado (PIAA), Filomeno Gonza Mamani, refiere que esta cifra se ve reflejada en que los distritos de Juliaca y San Miguel, más de 217 urbanizaciones no cuentan con servicio de potable y desagüe. Solo se atendería a 70 mil usuarios.

De acuerdo a las cifras que manejan las autoridades, 81 urbanizaciones de la salida a Cusco no cuentan con servicios básicos, 14 en la salida a Lampa, 12 en la salida Arequipa, 10 en la salida a Puno, 28 en la salida a Coata, 64 en la salida a Huancané y 12 en el sector Cacachi. Sin embargo, el dirigente señala que no están consideradas cerca de 70 urbanizaciones, debido a que no tienen habilitación urbana.

Los poblados sin agua se abastecen, en algunos casos, con agua que se vierte en tanques rotoplas que entregó el Ministerio de Vivienda a través del programa Yacu Taya. El agua alcanza para 60 familias, mientras que el resto de la población se abastece de pozos comunes o tubulares.

El gerente de comercialización de la EPS Seda Juliaca, Rodolfo Quispe, señala que en total se tiene 69 mil 496 conexiones domiciliarias de agua potable, de las cuales solo están activas 59 mil 074. Varias de ellas dejaron de operar por falta de pago, abandono de domicilios, entre otros.

Según el dirigente de la salida a Puno, Matías Tacusi, el PIAA tiene la función de reducir esa brecha dentro de cuatro a cinco años. Empero, el proyecto no avanza lo que genera preocupación.

Agua de mala calidad

El sector de la salida a Puno de Juliaca, es uno de los más extensos de Juliaca. Hay más de 30 urbanizaciones, pese a ello se ven obligados a abastecerse de agua a través de pozos comunes o tubulares. Sin embargo, esta agua no es segura, puesto que al extraerse del subsuelo, podría estar contaminada por las filtraciones de los silos instalados fuera de las viviendas a falta de un sistema de desagüe.

Un panorama similar se vive en el sector Chilla, que cuenta con 34 urbanizaciones y solo 14 de ellas tiene agua de potable. Las letrinas se han convertido parte de su paisaje en gran parte de sus calles y extensas avenidas que conecta el anillo de la avenida Circunvalación sur.

Gasto millonario

Para evitar este riesgo sanitario, Matías Tacusi junto a tres vecinos han optado por comprar el agua potable que Seda Juliaca lleva en cisternas. A pesar de vivir en condiciones precarias a falta de un adecuado sistema de saneamiento, tiene que pagar una tarifa alta por el recurso. “Mensualmente por 8 metros cúbicos tenemos que pagar S/113”, mencionó.

Matías comenta que hace tiempo se tomaron muestras del agua subterránea que estaban consumiendo. Se halló sustancias tóxicas como el arsénico, que superaba los niveles permisibles. Este dato fue validado por la Red de Salud San Román.

Agua no clorada

De acuerdo al monitoreo sobre la calidad del agua realizado por oficina de salud ambiental de la Red de Salud San Román, entre el 2020-2022, el 73% de la población de la zona peri urbana y rural de Juliaca consume este recurso sin estar debidamente clorado.

Según la coordinadora del área de salud ambiental de la Red de Salud San Román, Hanny Enríquez, en la zona urbana el 62% cuenta con agua debidamente clorada, mientras que el resto se abastece del recurso a través de pozos u otro medio que no garantiza su inocuidad.

La especialista señala que al no consumir agua debidamente tratada, la población se expone a problemas de salud que pueden desencadenar en parasitosis, anemia y desnutrición. Esos males, consecuentemente, podrían facilitar contraer otras enfermedades.

Ante esta realidad, señaló que se realizan capacitaciones domiciliarias para realizar una debida cloración del recurso, “dos gotas de cloro por litro”, recomienda la especialista.