Piura. Ante los últimos casos de violencia en los centros educativos, el especialista en análisis en políticas públicas en materia de juventud Cristhian Paz Olivares cuestionó la falta de voluntad política por parte del Estado para invertir en prevención de violencia desde el hogar.
“El agresor es producto de una mala formación en el hogar. Ese hombre que violenta o mata es un ser humano cualquiera que por distorsiones en la familia o por su entorno genera violencia tanto a mujeres como a varones en cualquier circunstancia”, explicó.
Empoderamiento
Por ello, Paz Olivares dijo que, más allá de atacar el problema en sí, el Estado debería hacer un trabajo de prevención, puesto que actualmente los diferentes niveles de gobierno son indiferentes a esta falta de prevención. “No se implementan programas para generar ideas de negocios, para generar empleos sostenibles y así los jóvenes se mantengan ocupados. Esta es otra manera de cómo (lograr que) las mujeres sean independientes y no tengan que recurrir a sus parejas para salir adelante”, sostuvo.
En ese sentido, resaltó el rol importante que tienen las mujeres en esta coyuntura social y política, pues, en comparación con años anteriores, ahora es bastante notorio que las mujeres organizadas toman acciones para influir contra la violencia en la familia. “La mujer reclama el espacio que hace mucho se le negaba. En estas circunstancias están siendo empoderadas por otras mujeres y eso les permite ampliar su horizonte para aportar a la sociedad a través de diferentes sectores”, consideró.
Por otro lado, dijo que las cárceles no son los centros de rehabilitación que se cree en la sociedad. Por el contrario, manifestó que son centros para que los presos terminen su condena o para consolidar su formación delictiva, porque aprenden a extorsionar y otros actos delictivos. Es decir, en estos establecimientos penitenciarios casi no existe la resocialización.
Ante esto, dijo que las autoridades deberían firmar convenios con los estudiantes de psicología para un mejor tratamiento psicológico en los penales.