El zorro andino que fue vendido como un perro de raza husky siberiano en el Centro de Lima no solo da cuenta de la estafa a un adolescente que quiso obtener una mascota a cambio de dinero, sino que también refleja un serio problema que viene creciendo en conocidas calles del Centro de Lima: la venta ilegal de animales.
De acuerdo con el regidor metropolitano Carlo Ángeles, las mafias aprovechan la falta de coordinación entre las instituciones involucradas y la burocracia para lucrar con la vida de animales, que en muchos casos son sustraídos de su hábitat natural para vivir en condiciones deplorables mientras son ofrecidos al mejor postor.
“Sabemos que existe desde hace mucho tiempo la venta ilegal de animales en el jirón Ayacucho, pero también en el jirón Puno, lo cual no es tan conocido. Cuando comenzaron a salir diversos reportajes desde hace unos cuatro o cinco meses atrás, comenzamos junto con la Gerencia de Fiscalización a pedido de la Comisión de Ambiente, el desarrollo de algunas secciones de Inteligencia para monitorear, sobre todo, la actividad sobre la zona”, explicó Ángeles en entrevista con La República.
Venta ilegal de mascotas en el Centro de Lima. Foto: La República
El también presidente de la Comisión de Ambiente del municipio precisó algunos puntos a tomar en cuenta en medio de la lucha para erradicar al fin la venta ilegal de animales en esta zona de la capital. “Realizamos algunos operativos de intervención, personalmente yo he participado en algunos operativos puntuales; sin embargo, tenemos un primer inconveniente como Municipalidad de Lima para poder intervenir, por eso recurrimos al Congreso”, afirmó.
La venta de animales en la calle es una acción fiscalizable por la Municipalidad de Lima. No obstante, las mafias han desarrollado estrategias para sacarle la vuelta a las normas y evitar sacar los ejemplares de las calles.
“¿Qué es lo que hacen? Normalmente venden por catálogo y, una vez que captan a la persona interesada, sacan al animal del almacén que está en jirón Ayacucho y en jirón Puno”, relató.
Otro de los inconvenientes que señaló el activista ambiental es que, cuando la comuna limeña realiza un operativo, los inescrupulosos ingresan a un almacén y lo cierran. Lamentablemente, el personal de fiscalización no puede ingresar a los locales por ser propiedad privada.
Las mafias de ventas de mascotas continúa en los jirones Puno y Ayacucho. Foto: La República
Es por ello que Carlo Ángeles ha solicitado una acción conjunta entre el municipio de Lima, la Policía Nacional del Perú y la Fiscalía para que, de esta manera, las mafias no tengan escapatoria.
La autoridad edil resaltó que intervenir al vendedor de a pie no soluciona el problema principal, ya que estos ni siquiera pagan la multa y en poco tiempo vuelven a su negocio ilícito.
“Desde hace algún tiempo hemos venido acercándonos con varios congresistas que de alguna u otra manera habían manifestado su interés por abordar temas respecto al bienestar animal durante la reciente campaña electoral. El detalle es que no hemos tenido mayor respuesta de ninguno de ellos, salvo un congresista cuyo equipo me ha contactado el día de hoy, con quienes espero retomar nuevamente este ejercicio de gestión para poder sacar adelante”, afirmó Ángeles.