La Libertad. Un nuevo caso de feminicidio. El cuerpo de una mujer en estado de putrefacción fue encontrado en una chacra del sector Truz Bajo, en el centro poblado de Pacanguilla, distrito de Pacanga, provincia de Chepén.
El macabro hallazgo fue realizado por el dueño del predio, Alcibíades Hernández, cuando realizaba sus faenas agrícolas en unos sembríos de arroz y plantaciones de plátanos.
De inmediato el agricultor comunicó del hecho a sus vecinos para que traten de identificar a la víctima.
PUEDES VER Hallan cadáver de mujer atado de pies y manos con muestras de tortura
Tras conocerse esta situación, el último domingo se presentó a la comisaría de Pacanguilla, Genner Ullilen Echevarría (34), quien manifestó que el cadáver encontrado enterrado en una chacra de Pacanguilla pertenecía a su exconviviente Almeida Dávila Tapia (29), desaparecida desde el pasado 27 de julio.
Posteriormente señaló que el día en que se extravió su expareja encontró a la mujer en el sector de Truz Bajo, sangrando a la altura de la cabeza, falleciendo posteriormente, motivo por el cual la enterró sin poner en conocimiento a las autoridades policiales por temor a ser involucrado en su asesinato.
El denunciante se convirtió en principal sospechoso del crimen, por lo que fue sometido a un riguroso interrogatorio que le hizo entrar en varias contradicciones y finalmente terminó por confesar que cometió el crimen.
El detenido narró con lujo de detalles la manera en cómo asesinó a su exconviviente.
Contó que el 27 de julio, al promediar las tres de la tarde, mientras estaban en medio de los plátanos se acercó a acariciar y besar a su exmujer, pero fue despreciado por ella, lo que le hizo montar en cólera.
Según su relato le recriminó su actitud y la difunta lo agredió con puñetes y patadas, por lo que él agarró una piedra y la golpeó en reiteradas oportunidades en la cabeza. Cuando se dio cuenta de que ya no tenía signos vitales optó por cavar un hoyo y enterrarla.
El hombre señaló que la víctima lo abandonó con sus tres hijos en enero del presente año para irse con otro hombre y no aceptó retomar la relación amorosa con él.
La mujer deja en la orfandad a tres hijos de 12, 8 y 3 años de edad, procreados con su verdugo.