Contraste. Cascadas, aguas termales, un bosque de puyas Raimondi y andenería inca conforman parte del paisaje en la serranía de Arequipa. Pueden salir de pobres si explotan su potencial turístico.,Puyca: Entre el potencial turístico y la pobreza,Puyca: Entre el potencial turístico y la pobreza,Metafóricamente podría sostenerse que Puyca, en la provincia de La Unión, es uno de los últimos distritos de Arequipa. Se encuentra a diez horas de viaje de la ciudad. Resulta tan remoto que no es posible localizarlo en el Google Maps. Esa marginalidad lo reflejan sus índices de pobreza (50%) y extrema pobreza (14%). Pese a que su población literalmente no puede satisfacer sus necesidades básicas tiene una riqueza turística por explotar. Pero la desaprovecha. Desde Arequipa, la ruta a Puyca es variada. El tramo asfaltado surca los valles de Vítor, Majes y Chuquibamba (Condesuyos). Ya por una trocha carrozable se bordean el Corupuna y Solimana, cuyas capas glaciares en retroceso se pierden de vista, cuando se desciende a Cotahuasi, la capital de la provincia de La Unión, asentada en una de las mesetas del inmenso cañón del mismo nombre. PUEDES VER: "El turismo en Arequipa se estancó por culpa de las autoridades" Para llegar a Puyca se toma una carretera que trepa en forma ascendente por el extremo derecho del río Cotahuasi, cuyas aguas horadaron la cordillera y formaron uno de los cañones más profundos del mundo. Mientras viajamos, en el otro lado, se aprecia cómo la geografía ha sido domada por el agricultor con los andenes, graderías donde se cultivan productos de pan llevar. En la última curva, un grupo de trabajadores siembran habas y papas. Aquí persiste el Ayni, un sistema incaico que consiste en apoyarse mutuamente en las labores domésticas. Aquí no hay peones para contratar y todo lo que se siembra se destina al autoconsumo o el trueque. En la cima del cerro Maucallacta, se encuentra una ciudadela. Esta primero perteneció a la cultura Wari y luego la ocuparon los incas, explica Aníbal Elliott Villagomez, historiador y poeta local. Su principal característica, construcciones habitacionales y ceremoniales con tumbas alrededor de las ruinas. Aquí era el centro de todo el Ayllu (unidad política, económica y social de los incas) que dominaba la zona alta del valle de Cotahuasi. De allí el nombre de Puyca, que en quechua significa “cabecera”. TURISMO VIVENCIAL James Posso, consejero por La Unión, resalta que el potencial en Puyca es el turismo vivencial. El Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes) implementa desde 2015 su programa Haku Wiñay (Vamos a crecer) en los pueblos de este distrito. Instaló hospedajes en Puyca, Suni, Maghuanca, Hactapa, Churca y Lauripampa, y también capacitó a los pobladores. Cobran 15 soles la noche y ofrecen comida desde 8 soles. Los turistas pueden acompañar a los campesinos en sus tareas diarias en la chacra. Aprenden sus costumbres y participan de sus fiestas. En suma recibieron poco menos de 150 turistas. El caserío de Lauripampa es uno de los más concurridos. En este lugar hay puyas Raimondi, una familia de la piña, pero que crece en los Andes a más de 4 mil metros sobre el nivel del mar. Vive cien años y florece una sola vez en la vida. Los lugareños las utilizaban como leña, pero ahora saben que es una especie en peligro y la preservan. Elsa Torres Aimara, administradora del hospedaje de Lauripampa, señala que llegan turistas esporádicamente, y la mayoría científicos franceses interesados por las puyas. “El problema es que hay otros turistas que llegan, se toman fotos y no dejan nada”, cuenta. Ellos piden que se construya un cerco para controlar las visitas y así tener ingresos para la comunidad. Otros pueblos tienen aguas termales, pero carecen de infraestructura. No se puede controlar a los visitantes y tampoco ofrecer un mejor servicio para obtener alguna ganancia. En este punto, el Cañón del Colca saca ventaja a Cotahuasi. En Caylloma hay hoteles de hasta cinco estrellas y todos los servicios (agua y desagüe, luz, línea celular y hasta internet). Además la promoción es constante. A pesar de que el Colca no ha logrado el crecimiento proyectado, sigue siendo el tercer destino turístico del sur después de Machupicchu y el lago Titicaca.