La alimentación saludable va más allá de solo consumir alimentos; implica elegir aquellos que aportan los nutrientes esenciales para mantener el cuerpo y la mente en condiciones óptimas. Un ejemplo de esto es un alimento originario del antiguo Imperio de los Incas, también conocido como 'el oro de los Incas'. Su función, además de regular los niveles de azúcar en sangre, resulta fundamental para evitar desarrollar enfermedades que puedan ocasionar algún riesgo para la salud, como la diabetes tipo 2.
La lúcuma es un superalimento que ayuda a combatir contra el envejecimiento y regula el colesterol. Foto: Valle Andino
Originaria de los valles andinos, la lúcuma es una fruta andina altamente valorada en Perú, no solo por su sabor dulce y cremoso, sino también por sus propiedades nutricionales. Este superalimento es rico en antioxidantes, vitaminas (especialmente A, B3 y C) y minerales esenciales como el hierro y el calcio, lo que contribuye a la salud de la piel y a la prevención del envejecimiento prematuro. Su bajo índice glucémico la convierte en una alternativa excelente para regular drásticamente los niveles de azúcar en sangre, lo cual es beneficioso para quienes buscan prevenir o controlar la diabetes. Además, la lúcuma es una fuente de fibra, ayudando a la digestión y a mantener un peso saludable.
Asimismo, esta fruta se adapta a las condiciones climáticas, cultivándose en lugares templados y se destaca por su resistencia a circunstancias meteorológicas adversas, incluida la sequía. Esto la convierte en un alimento robusto y sostenible, capaz de crecer en terrenos donde otras plantas podrían tener dificultades. Su adaptabilidad no solo favorece su cultivo en diversas regiones, sino que también promueve su producción durante todo el año, convirtiéndola en un recurso agrícola valioso para las comunidades locales y una fuente de ingresos constante.
La lúcuma ofrece múltiples beneficios para la salud, convirtiéndose en un alimento funcional y nutritivo. Aparte de contener un bajo índice glucémico, también ayuda a estimular la producción de colágeno y a defenderse contra daños UV. Además, fortalece el sistema inmune, reduce los riesgos de enfermedades cardiovasculares y nerviosas, y tiene un efecto prebiótico que alivia molestias digestivas.