La infidelidad es una situación dolorosa que afecta la salud mental de las personas involucradas. Así, surgen una serie de emociones (dolor, rabia, frustración y culpa) difíciles de transitar para poder recuperarnos totalmente. Incluso, la situación se vuelven más compleja si hay hijos de por medio, ya que estos también se verán afectados psicológicamente.
Para aclarar cómo puede afectarnos este suceso, las especialistas en psicología y psicoterapia Liliana Funegra, Zahedi Lugo Varillas y Maite Valdivia comentan cuáles son las reacciones conductuales que genera la infidelidad y de qué forma saludable se puede lidiar con ellas.
Ambas especialistas mencionaron que la infidelidad es una decisión propia; en ese sentido, nunca es culpa de la persona afectada. El sujeto quiebra el compromiso de exclusividad con la pareja y termina por lastimar no solo a la otra persona, sino también a los hijos, en caso los hubiera.
Las expertas comentan que esta ruptura se puede convertir en un duelo, por la pérdida de la confianza y al ver que el proyecto de pareja se vino abajo. La persona puede demorarse un promedio de seis meses o hasta dos años en recuperarse.
“Tenemos que decir que esta ruptura es como un duelo, porque genera una pérdida, y vas a pasar por varias etapas. Una es la negacioón, y le das vueltas para poder encontrarle una aceptación, que es la etapa final. Además, vas a pasar por una etapa de mucha rabia, para luego estar en una fase de depresión”, señala la psicóloga Funegra, quién también es docente en la Universidad César Vallejo.
Las especialistas concuerdan en que la infidelidad afecta la autoestima y el ego de quien fue engañado, lo que a la vez genera inseguridades y pensamientos destructivos que terminan en preguntas como: “¿Qué hice mal?”, “¿cómo no me di cuenta?”, “¿por qué eligió a la otra persona y no a mí?”, “¿qué no tengo yo y esta otra persona sí?”.
En cuanto a la parte conductual, la psicoterapeuta Valdivia agregó que esto ocasiona una afectación grande que se refleja en ansiedad, depresión, estrés, estrés agudo o depresión postraumática.
Maite Valdivia, resalta que, en primer lugar, es importante que la persona afectada se dé un tiempo para la calma y para sentarse a pensar en qué hará con esta situación, y así tomar una decisión sobre cómo quiere afrontarla.
Ante ello, la psicoterapeuta Lugo menciona que existen tres formas u opciones de decidir la situación futura que tendrá la persona que realizó el engaño.
Cuando sucede una infidelidad y se tiene hijos de por medio, la situación se vuelve más complicada, pues estas personas deben mantenerse en contacto. A pesar de estar separados, el rol de padres no se pierde.
“Seguramente fallaste como pareja, pero lo que no puedes hacer es fallar como papá o como mamá. (...) Una vez que la persona que engaña acepta su error y pide disculpas, viene la parte de reparar y reconstruir, y eso solamente va ser con comunicación. Si has formado chicos empáticos, tus hijos van a volver a ti”,
Por otro lado, la especialista señaló que esta nueva relación que se construya va depender también de quién se queda con los niños, porque toda la rabia y dolor que puede sentir la persona engañada es difícil de manejar y puede lastimar a sus hijos.
PUEDES VER: Rihanna: ¿quién es Amina Muaddi y que tiene que ver con la separación de la cantante con A$AP Rocky?
“El problema puede surgir cuando se forman bandos entre los hijos. Es importante darle información a los hijos, pero poca, para poder comprender el hogar que se ha vuelto conflictivo”, comenta Liliana Funegra.
Finalmente, la especialista Lugo señaló que, si la situación entre la expareja se vuelve tensa, se podría necesitar de una tercera persona clave para que pueda ser intermediario, hasta que se libere el dolor y sea posible tener una relación más cordial entre ellos.