A tener mucho cuidado con la ropa húmeda. La doctora en Biología por la Universidad Complutense de Madrid, María del Carmen Romero, alertó sobre la probabilidad de sufrir infecciones por no lavar el bañador a diario, puesto que es fuente directa de bacterias y hongos patógenos.
Pese a que el cloro de las piscinas y el agua de mar contienen desinfectantes, Romero indicó que, de todas formas, enfermedades como la candidiasis, infección fúngica de la piel o membranas mucosas, y la cistitis, inflamación de la vejiga pueden producirse ante una prolongada exposición a prendas mojadas.
“Hay personas más propensas a padecer este tipo de infecciones y también depende de su estado inmunológico”, destacó la también profesora de la Universidad Internacional de La Rioja. Además, recomendó no intercambiar toallas en la playa o piscina y airearlas constantemente. “Laven la toalla tres veces por semana cuando la comparten en familia”, agregó.
Por otra parte, Philip Tierno, microbiólogo en la Escuela de Medicina de la Universidad de Nueva York y autor de La vida secreta de los gérmenes, recuerda que investigadores especializados han detectado microorganismos de origen vaginal o fecal en prendas nuevas de tiendas.
Allí se estableció que los microbios provienen de los tejidos de los potenciales clientes, los cuales van cayendo al probarse la ropa. En las zonas cercanas a las nalgas y axilas, se hallaron secreciones respiratorias; incluso en una blusa encontraron levaduras y bacterias.
Los microorganismos pueden vivir semanas o meses en la vestimenta, según los científicos, por eso sugieren lavarla previo al primer uso y enjuagarse las manos antes y después de ir de compras. Mejor es prevenir que curar.