A tres años y medio de gestión, el Congreso peruano cuenta con 57 parlamentarios que ya se apartaron de sus partidos o bancadas de origen. El transfuguismo y las disidencias por discrepancias con las cúpulas ha golpeado a todos los grupos políticos; desde Fuerza Popular, que solía mostrar un perfil más disciplinado, hasta un improvisado Perú Libre, que perdió al 70% de sus legisladores.
La cifra de tránsfugas y disidentes podría ser mayor (67), de no ser porque una decena de renunciantes regresaron luego a sus bancadas.
El elevado número de 57 legisladores que ya no forman parte de sus grupos parlamentarios de momento deja en evidencia la poca capacidad del Congreso y de los partidos para garantizar una mínima disciplina y sostenibilidad de las bancadas, en concordancia con los porcentajes de apoyo que recibieron en las urnas.
Esta alta cifra de renuncias ayuda a explicar también el poco interés del Congreso por el verdadero fortalecimiento de los partidos. Solamente en este mes de diciembre el Parlamento acordó suspender la obligatoriedad de la afiliación para postular a los cargos de alcaldes y gobernadores en el 2026, una regla que ya se había aplicado en elecciones pasadas.
De los 57 parlamentarios que se apartaron de sus bancadas de origen, seis se quedaron como no agrupados y 51 anclaron en otras tiendas políticas.
El grupo Perú Libre, con Pedro Castillo al frente de la plancha presidencial, llevó por el efecto arrastre a 37 personas al Congreso. Ahora solo quedan 11, que son los más cercanos al prófugo Vladimir Cerrón.
El partido podría haber quedado solo con nueve, pero José Balcázar decidió retornar y la suspensión de Betssy Chávez (que había renunciado a la bancada) les permitió recuperar un escaño con su reemplazo, Isaac Mita.
Los 26 legisladores renunciantes de Perú Libre se han repartido hasta en cinco grupos. Algunos terminaron reciclados en bancadas de la derecha.
Los primeros disidentes crearon el hasta hoy vigente Bloque Magisterial, que cuenta con 8 miembros. Muy cercana en ideas se encuentra la Bancada Socialista (5).
Pero hay cinco que llegaron al Congreso con los votos de la izquierda por Perú Libre y terminaron reciclados en grupos parlamentarios de la derecha. Es el caso de Guido Bellido, Nivardo Tello y Francis Paredes, que ahora integran la bancada Podemos Perú de José Luna Gálvez. Algo similar pasó con Jorge Marticorena y Luis Kamiche, quienes terminaron en Alianza Para el Progreso. Es más, estos dos ya se afiliaron formalmente al partido de César Acuña.
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Hay otros 7 renunciantes de Perú Libre que terminaron refugiados en Juntos por el Perú. Este partido, cuyo dueño es el legislador Roberto Sánchez, logró tener presencia en el Congreso gracias al efecto arrastre de la candidatura presidencial de Verónika Mendoza, pero en la actualidad ya nada queda.
Los otros cuatro parlamentarios que formaban parte de la bancada original renunciaron por discordancias con el dueño del grupo político. Estos disidentes crearon una nueva bancada denominada Bloque Democrático Popular (BDP).
El fujimorismo solía tener una mejor disciplina y cohesión en el Parlamento, pero en esta ocasión ha tenido tres renuncias (Lizarzaburu, Luis Cordero y Jorge Morante). Esto, sin incluir la expulsión de María Cordero, legisladora acusada de ‘mochasueldo’, que fue luego reemplazada por Magally Santisteban.
Alianza Para el Progreso (APP), que llegó al Congreso con 15 curules, tuvo cinco bajas: Segundo Acuña, Gladys Echaiz, Luis Picón, Heidy Juárez y Cheryl Trigozo. Si esta bancada ahora tiene 14 miembros, es porque luego dieron cobijo a cuatro renunciantes de otros grupos parlamentarios.
El partido Acción Popular había llegado con 16 legisladores, pero ahora son apenas 9. Tres renunciaron y decidieron no sumarse a ninguna otra bancada: María Alva, Pedro Martínez y Carlos Zeballos; aunque este último ya se afilió a un nuevo partido (Cooperación Popular de Yonhy Lescano).
Hay dos que fueron elegidos por Acción Popular, pero en el camino no solo renunciaron a la bancada, sino también se afiliaron a otros partidos: Karol Paredes (Avanza País) y José Arriola (Podemos Perú).
Renovación Popular también enfrentó pleitos internos y tuvo renunciantes que dieron vida a la bancada denominada Honor y Democracia.
Avanza País tuvo dos renunciantes (Juan Burgos y Patricia Chirinos), pero mantiene su composición con siete miembros, debido a la incorporación de Karol Paredes y Edward Málaga. Este legislador fue elegido por el Partido Morado como invitado y ahora tiene afiliación en Avanza País.(Susel Paredes y Flor Pablo, también invitadas, ahora son afiliadas del partido Primero la gente).
El río revuelto de las renuncias de momento terminó beneficiando a Podemos Perú de José Luna Gálvez. Este grupo solo tenía cinco curules al inicio de la presente gestión. Renunciaron dos (José Elías y Carlos Anderson), por lo que la bancada pudo haber quedado desactivada. Pero ahora, como por arte de magia, cuenta con 13 miembros.
Y no es que el partido de José Luna sea una organización con convicciones o principios que generen adhesión política. En realidad, la bancada terminó agrupando a tránsfugas y disidentes de otros cinco grupos distintos (Perú Libre, APP, Acción Popular, Avanza País y Somos Perú). En este caso, el único afán ha sido sumar en cantidad, para tener mejores opciones de negociación.
Esta composición de Podemos Perú podría resumir la alta informalidad del Congreso y el nulo compromiso con la democracia y el sistema de partidos.