El expresidente de la República Alejandro Toledo es investigado por los presuntos delitos de lavado de activos y colusión, motivo por el que el Departamento de Estado de Estados Unidos concedió su extradición, el último 21 de febrero. La noticia fue anunciada por la Fiscalía de la Nación. A pesar de que el exmandatario continúa presentando recursos ante la justicia estadounidense a fin de extender la decisión final, se espera que finalmente regrese al Perú a culminar los procesos judiciales en los que está inmerso, así como a cumplir su condena de existir una sentencia en su contra.
En el año 2000, cuando se conoció la derrota de Toledo en las elecciones presidenciales, Alberto Fujimori había sido elegido por tercera vez como jefe de Estado. En julio de ese año se realizó una movilización popular masiva liderada por Alejandro Toledo. La 'Marcha de los 4 suyos' estaba inspirada en los cuatro puntos cardinales del Imperio inca y su objetivo principal era hacer oposición a la reelección de Fujimori. El movimiento había sido previsto para ser pacífico, pero finalmente los manifestantes recurrieron a la violencia.
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Políticos, periodistas y ciudadanía en general lideraron la marcha de los 4 suyos. Foto: Archivo
No solo tras ser líder de la 'Marcha de los 4 suyos' Alejandro Toledo captó la atención de los peruanos. Su historia de vida había sido impresionante, pues había surgido desde una aldea en Cabana, Áncash, para ser elegido como el primer presidente de origen indígena en el Perú, durante el periodo de 2001 a 2006. Desde pequeño, había demostrado una habilidad para contribuir en los ingresos de su familia, siendo lustrabotas y vendedor ambulante. Ganó una beca para estudiar Economía en la Universidad de San Francisco, y luego se licenció y doctoró en la Universidad de Stanford.
Alejandro Toledo en el anuario de 1970 de la Universidad de San Francisco. Foto: Gleeson Library Digital Collections, University of San Francisco
Actualmente, Alejandro Toledo enfrenta dos órdenes de captura por haber recibido un soborno de hasta 31 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht durante su gestión como mandatario y por un presunto lavado de activos en el caso Ecoteva. En el 2017, el expresidente viajó a Estados Unidos tras fallar en su candidatura presidencial y ahora, seis años después de su huida y orden de captura a nivel nacional e internacional, el Departamento de Estado de los Estados Unidos, al fin, aprobó su extradición.