Viveza. Cada viernes, condenado por crímenes del Grupo Colina se pasea por el Hospital Militar y coordina su defensa en un vehículo que sigue aún a nombre de la institución castrense.,¿Qué hace el ex jefe del SIN Julio Salazar Monroe en un automóvil del Ejército?, Miguel Gutiérrez/ Todos los viernes por la mañana, el ex jefe nominal del Servicio Nacional de Inteligencia de Vladimiro Montesinos ( SIN ) el general EP Julio Salazar Monroe sale raudo del Penal del Callao (ex Sarita Colonia), donde purga condena de 25 años, para subir a un automóvil del I nstituto Nacional Penitenciario ( INPE ) que lo conducirá al Hospital Militar Central del Ejército , en Jesús María. El alto oficial, que cayó en desgracia luego de que se determinara que durante su jefatura en el aparato de inteligencia se encubrió a los autores de la matanza de Barrios Altos y otros asesinatos, acude a la Sala de Consulta de los oficiales generales. Desde hace siete meses el militar cumple disciplinadamente este ritual con el permiso de las autoridades del penal. La República certificó que el general no solo acude a su chequeo médico , sino también a encuentros y coordinaciones de naturaleza totalmente distinta. GENERAL EN SU HOSPITAL Luego de realizar su consulta que le toma no más de 30 minutos, y tras conversar con otros oficiales en su misma condición de reo, Salazar Monroe se aleja del grupo discretamente para dirigirse a Emergencia y Farmacia del Hospital, pasado el mediodía. Entre la una y dos de la tarde, el militar, siempre portando un gorro y su maletín negro, espera en la sala de Emergencias que llegue la visita de familiares y otros personajes. Entre ellos, su hermano, Luis Salazar Monroe , un general del Ejército que también fue procesado junto con otros oficiales de la cúpula militar del montesinismo. Además de recibir la visita de familiares , desde hace unas semanas el general también ha organizado encuentros, al parecer muy importantes para él, por la forma como se efectúan. El pasado viernes 17 de agosto, un Toyota corona rojo con lunas polarizadas se detuvo frente a la puerta de la sala de emergencias , donde aguardaba impaciente Salazar Monroe . Del carro salió el chofer, quien abrió la puerta trasera para dejar salir a una mujer. Tranquilamente, y luego de saludar, Salazar ingresó al auto para encontrarse con el personaje que lo aguardaba en su interior. Se ignora el contenido de la conversación y con quien conversó, lo cierto es que el vehículo al cual se subió el militar tiene la placa BIJ 132 , y está a nombre del Ministerio de Defensa , Ejército del Perú. No es el único encuentro similar. El último se registró el viernes 21 de setiembre. Como en la otras ocasiones, el chofer permanece fuera para dar privacidad al general. Consultado, el Ministerio de Defensa ha señalado que ese vehículo se lo entregó a Salazar Monroe cuando este estaba aún en actividad. Defensa indica que ante la negativa del general de pasarlo a su nombre, el vehículo fue dado de baja. Pero sigue a nombre del Ejército, como aparece en los Registros Públicos de Lima. De los S/. 350 mil que adeuda por concepto de reparación civil, el general Salazar solo ha pagado S/. 22.800. VIERNES JURÍDICO Julio Salazar no es el único que sale todos los viernes de la prisión del Callao para supuestamente chequearse sus convalencias de forma semanal, gracias a la generosidad del director del penal, Jhonny Zapata Roque , junto con Salazar sale César Saucedo Sanchez , otro general que fue bajo el gobierno de Fujimori , ministro del Interior y de Defensa, Comandante General del Ejército y jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas. Saucedo Sánchez purga prisión por aprovechar su alto cargo para enriquecerse con la colaboración de sus familiares más cercanos. Ambos militares permanecen en el nosocomio castrense desde las 8 de la a.m. hasta pasadas las cuatro antes de decidirse retornar a la prisión. Las salidas semanales de estos condenados requieren de una evaluación médica del INPE que, según dicen, sospechosamente casi nunca se efectúan. Personal del hospital consultado afirma que las atenciones se realizan puntualmente porque cuentan con un consultorio solo para oficiales generales. El resto del tiempo, y como se muestra en esta nota, se dedican a recibir visitas de amigos y abogados. “Necesita un bono del éxito, un aliciente... el operador” En una conversación efectuada el viernes 28 de setiembre, en un recinto del Hospital Militar captada por este diario, el hermano de Julio Salazar Monroe cuenta cómo un abogado a quien llaman "el operador", puede ayudarlo en su caso. Luis Salazar M. (LSM): Carlos me cuenta que el caso sube a Sala de Tumbes. El operador le ha dicho que hay que dar 2 mil, luego 5 mil para contentarlos... ¿no ves que son tres jueces? Julio Salazar (JSM): Entonces, ¿está caminando bien? LSM: Si se oficializa, cualquier caso puede ver. Se le puede dar el tuyo... para hábeas corpus. JSM: ¿Qué interés tiene para ayudar? No está de más que le digas.. LSM: Carlos dice que tiene experiencia. Ha ganado en Tumbes con Cameron... defiende a petroleras en Talara, Sullana... el operador dice: Él ofrece 10, tú ofreces 50... JSM: Necesita un bono de éxito (risas) para que no quede en el aire, un aliciente. LSM: Su bono de éxito...Estamos esperando lo que suceda en la segunda fase... JSM: Si no agarra nada, le das su viático y su pasaje, una cosa extra, ¿no?... En otra ocasión hablan del consejero del CNM Vladimir Paz de la Barra: LSM: Ya conversé con este Vladimiro, Vladimir Paz. JSM: Dile que me llame o si no llamas tú para que lo ablandes... Claves Varios generales condenados aprovechan sus desplazamientos al hospital para recibir a sus familiares con la anuencia de sus custodios. El pasado 21 de setiembre, el ex jefe de la Dirección de Inteligencia Juan Rivera Lazo separó dos mesas del restaurante Saboya, ubicado en el nosocomio, para almorzar con familiares y amigos. Ante la mirada desesperada de una agente del INPE y un policía encargados de su custodia, Rivera les ofreció tickets de almuerzo para que vayan a otra mesa.