Programas mostraron testimonios del suboficial de la Policía que fue dejado en selva cusqueña, e imágenes de Dionisio Vilca al momento de hallar a su hijo muerto en operativo de rescate. El primero ratificó su desconcierto al ver cómo se alejaba el helicóptero; el segundo acusó que su hijo no fue socorrido a tiempo por autoridades con gran afán protagónico.Dramas en la TV., En la incesante búsqueda del helicóptero 357, la nave UH1H2, donde murió la mayor PNP Nancy Flores en la tarde del jueves 12 de abril, el suboficial Luis Astuquillca expuso su vida al desempeñarse bajo el riesgo que representa cubrir un enfrentamiento armado contra subversivos en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Vrae). Quien relata estos acontecimientos se encuentra en el olvidado heroísmo patrio. El suboficial de la Policía, Luis Astuquillca Vásquez, quien sobrevivió 17 días herido luego de una emboscada terrorista en la selva de Cusco, contó así más detalles de la operación en la que fallecieron sus compañeros de armas César Vilca Vega y Lánder Tamani. "Hicieron una estrategia en el comando. Salieron el Ejército, los sinchis y nosotros, por último, de apoyo", contó el suboficial de 22 años, tras indicar que del helicóptero que llegó hasta la zona de combate, solo descendieron los tres agentes. "Por el ruido del helicóptero no sabíamos lo que pasaba, nos estaban disparando y al helicóptero (...) Bajamos todos y nos parapetamos, y es cuando no sabía por qué el helicóptero se estaba yendo, qué habrá pasado, y nos vimos las caras los tres", relató. Tras ello, indicó que decidieron desplazarse ante la cercanía de la noche. Llegaron a un acantilado. Vieron el abismo y no pudieron continuar. "Los tres estábamos sanos, dormimos, hicimos guardia.En realidad nadie durmió. Estábamos con el fierro caliente para disparar ante cualquier ataque terrorista", contó. El viernes 15 en la mañana fueron por el acantilado , pero no podían bajar por lo espeso del bosque. Era una zona nueva que no tenían en su mapa. "Tamani estaba como hombre punta y dijo que había un hueco, no se podía subir, y ese fue nuestro error porque la selva estaba tupida. ‘Camachín’ ( César Vilca ) estaba segundo y yo estaba último. Ellos (los terroristas) estaban escondidos en el monte y dispararon", indicó el suboficial PNP. En el momento de la emboscada, Lánder Tamani falleció y César Vilca fue herido en la pierna, Astuquillca atendió la herida para que no siga sangrando, mientras repelía el ataque, y ambos quedaron desaparecidos. "Cobardes, porque los terroristas son cobardes, dispararon sin parar (...) me acerqué a Tamani, le tomé el pulso y noté que estaba sin vida, recogí su AKM y rampeando salí de la zona para hacerle un torniquete en la pierna a Vilca", narró. Tras ello, Astuquillca arrastró a su compañero hasta el filo del monte donde se escondieron para recibir la inclemente noche de la selva compacta. Allí, intentaba de que Vilca no pierda más sangre y pueda recuperarse para caminar, porque no aguantaría todo el camino llevándolo de ese modo. En el hueco hallado al filo del monte, se quedaron todo el sábado. "Dormimos juntos, cada uno con su arma. Vilca había convulsionado tres veces y estaba pálido y frío (...) Dormimos abrazados, así pasamos la noche". Astuquillca no tenía suero en su kit de supervivencia y para arrastrar a su colega había dejado atrás su casco y su mochila en el acantilado donde recibieron la emboscada. Fue el domingo 15 de abril cuando Vilca, consciente de su situación, le dijo a Astuquillca que no aguantaría más. En dicho instante recibieron otra emboscada más. "Fui a verlo, mientras Vilca me cubría fui donde estaba, Vilca comenzó a disparar para cubrirme. Por eso que no bajaron, porque sabían que estábamos vivos. Cuando llegué donde Tamani le tomé los signos vitales, pero ya estaba muerto". En ese momento, Astuquillca recibiría dos impactos de bala en la pierna y otros dos en el brazo derecho. Cayó por un acantilado de 100 metros y tuvo que hacerse un torniquete con su propia correa. Caminó hacia arriba sintiendo que le seguían los pasos. No solo debía protegerse de las huestes narcoterroristas, sino también de los peligros de la naturaleza. Allí solo se alimentaba de hongos comestibles de la zona. En la margen izquierda, por donde iba cuesta arriba, encontró dos casas abandonadas el lunes 16 de abril. Ahí pasó la noche y por el estado de su pierna decidió caminar río abajo. Encontró otra casa abandonada al día siguiente, que habitó por día y medio. Tras 14 días de perdido, halló una esperanza de vida: guano de burro en los alrededores de otra casa abandonada con la que se topó. Siguiendo la pista, Astuquillca se encontró con una pareja de esposos. Esos nativos le curaron las heridas y le ayudaron a llegar a Kiteni el pasado domingo 29 de abril. Este día se pudo conocer la historia de un héroe que intentó rescatar a sus colegas de batalla. Algo que no pudieron hacer las fuerzas unificadas. ----Padre de Vilca: "Rescaté a mi hijo para que se tomen fotos oficiales" El programa Panorama siguió a Dionisio Vilca, padre del suboficial caído el domingo 15, durante el recorrido de búsqueda del cuerpo de su hijo en la selva cusqueña. "Esta muerte no se va a quedar así, no va a quedar impune. Yo voy a tumbar por cielo y tierra para que se investigue lo que se ha hecho", se oye decir al padre poco antes de hallar a su hijo. La imagen del encuentro fue desgarradora, donde Dionisio tardó unos minutos para reconocer el cuerpo mutilado de su hijo. Al final, serían los brackets del muchacho que lo ayudarían a identificarlo. "Lo han dejado como perro. Como perro yo he ido a rescatarlo, cargarlo y traerlo para que los señores se tomen foto y digan que la Policía Nacional lo encontró", dijo.