Posiciones irreconciliables entre el gobierno y las Fuerzas Armadas . Los Altos Mandos de las Fuerzas Armadas , en actividad y en retiro, se han quejado por los proyectos de ley del gobierno de Alan García para modificar el sistema de remuneración y pensiones. El Ejecutivo responsabiliza en parte a la gestión del propio personal castrense. Ángel Páez. El Ejecutivo y los militares han fijado posiciones irreconciliables respecto a la reestructuración de las remuneraciones y a las pensiones de los uniformados. En un apasionado y tenaz debate que protagonizaron en Radioprogramas el ministro de Defensa, Jaime Thorne León , y el ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas , vicealmirante (r) Jorge Montoya Manrique, quedó claro que ninguno está dispuesto a ceder, especialmente en un punto neurálgico: el gobierno dice que es imposible cualquier reforma remunerativa sin la desaparición de la Cédula Viva , mientras que el sector castrense sostiene que este es un derecho adquirido inalienable. Las diferencias son tan profundas que tampoco será fácil para el próximo gobierno encontrar una solución, a menos que apele al rápido expediente de dejarlo todo igual, algo que no recomienda ninguna de las partes en conflicto. “Las remuneraciones de los militares requieren un urgente sinceramiento, y hay una mayoría que lo siente así. El gobierno ha propuesto mejorar los sueldos de los que menos ganan mediante un esquema transparente y progresivo. Pero hay una condición para mejorar los ingresos de los servidores de las Fuerzas Armadas , así como las pensiones de los militares en situación en retiro: dejar sin efecto el llamado ‘efecto espejo’ (Cédula Viva)”, señaló Thorne. Militares se pronuncian Ante el pronunciamiento de los Altos Mandos militares de los tres institutos castrenses, que en una carta fechada el 4 de julio comunicaron al ministro de Defensa su rechazo a los proyectos de ley presentados por su despacho porque “se hicieron a espaldas de las Fuerzas Armadas ” y porque dañan “ afectan la moral de los efectivos militares ”, Thorne dijo en tono severo: “Jamás hemos pretendido mancillar a los institutos armados, por el contrario, nuestro propósito es mejorar sus ingresos y asegurarles un futuro cuando pasen a retiro después de servir a la patria”. El almirante Montoya , quien fue presentado como vocero oficioso de las Fuerzas Armadas, enfiló contra los proyectos del Ejecutivo con el argumento de que despojan al personal militar de beneficios que se han ganado en los campos de batalla tanto en el frente externo como en el interno. “Yo traigo el sentir de las Fuerzas Armadas que consideran como un maltrato el contenido de los proyectos”, expresó, y, mirando al director de Gestión de Recursos Públicos del Ministerio de Economía, José Villena Petrosino, quien acompañó al ministro Thorne: “Las propuestas parecen haber sido redactadas por personas que desconocen completamente la vida militar”. Montoya y Villena se enlazaron en una discusión sobre la desaparición de la Cédula Viva y la Caja de Pensiones Militar Policial. Villena afirmó, basándose en estudios técnicos, que la distorsión de las remuneraciones ocasionaba diferencias notables entre los oficiales y los suboficiales, y resaltó que la vigencia del “efecto espejo” es tan nocivo que ha puesto en situación de quiebra a la Caja Militar. Decisiones políticas Por el contrario, Montoya señaló que los militares no habían creado la situación y que todo obedecía a la indecisión política de sucesivos gobiernos, incluido el actual. Mencionó que la tasa de aporte del personal castrense debía ser de 27%, pero que al final solo se impuso el 12%. “Si se aplicaba el 27% original no estaríamos aquí debatiendo, la Caja Militar tendría los recursos suficientes para atender a los pensionistas. Sin embargo, lo que se proponer es mantener la tasa de 12%. ¿Dónde está la reforma?”, y añadió: “Aquí se debe tomar una decisión política: ¿Queremos Fuerzas Armadas o no queremos Fuerzas Armadas? ¿Se quiere maltratar a los pensionistas de las Fuerzas Armadas o queremos darles el reconocimiento que se merecen? Eso es lo que está en juego, no los números”. Las expresiones de Montoya gatillaron la reacción del ministro Thorne. “Tengo que protestar airadamente. Es falso que se pretenda maltratar a las Fuerzas Armadas. De lo que se trata es que el personal de las Fuerzas Armadas tenga un sueldo decoroso y una pensión razonable. Son inaceptables los adjetivos y las afirmaciones del almirante”, precisó muy molesto. Thorne, además, en respuesta a la atribución de responsabilidad política de la crisis remunerativa y pensionaria del personal castrense que hizo Montoya, recordó que son oficiales de los institutos armados lo que administran la Caja. “Se olvida de los negocios y las malas operaciones de la Caja Militar. Menos mal que la Caja Militar no tenía más plata en la época de (Vladimiro) Montesinos si no qué hubiera sido…”, dijo con evidente ironía. Incluso e l ministro de Defensa cuestionó que el ex jefe del Comando Conjunto expresó los sentimientos de 120 mil efectivos militares. “Yo hablo más con efectivos de comandante para abajo”, dijo. Montoya no se quedó callado. Al terminar su intervención, satirizó: “Un saludo para los hombres que combaten en el Vrae (valle de los ríos Apurímac y Ene) y cuidan las fronteras, mientras que otros se van a descansar los fines de semana”. Cifras 22.299 millones de soles necesita la Caja Militar para equilibrarse. 120 mil son los efectivos de las FFAA. 27 mil son los pensionistas de la Caja Militar a junio de 2011.