El Gobierno de Dina Boluarte promulgó la ley N° 32147, ley que crea el Colegio de Politólogos del Perú, que fue promovida desde el Congreso de la República y que cuenta con la firma del presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén. El proyecto legislativo fue presentado por el congresista José Elías, de Alianza para el Progreso (APP), y señala que "se denomina politólogo al profesional con el título de licenciado en Ciencias Políticas".
Asimismo, la ley establece que, para el ejercicio de la profesión de politólogo, es obligatorio contar con la colegiación. Además, se coloca al colegio como una "institución autónoma de derecho público interno representativo de los profesionales de la ciencia política del país". De igual manera, se declaró el 8 de diciembre como el Día del Politólogo.
"Para ser miembro del Colegio de Politólogos del Perú se requiere haber obtenido título profesional de licenciado en Ciencia Política, expedido por universidad peruana o revalidado, conforme a ley, si el título hubiera sido otorgado por universidad extranjera", se lee en la publicación.
En esa misma línea, la norma establece que el Consejo Nacional del Colegio de Politólogos estará conformado por los siguientes integrantes: un decano, un vicedecano, un secretario, un tesorero, dos vocales y un delegado en representación de los consejos regionales. Dicho Consejo tiene entre sus principales atribuciones representar al Colegio de Politólogos del Perú, establecer las normas generales en relación a las actividades profesionales, resolver consultas que formulen los consejos regionales o departamentales, aprobar su reglamento interno, redactar el código de ética profesional y administrar los bienes y rentas de la institución.
Entre las provinciales funciones del Colegio de Politólogos del Perú están las siguientes:
Ejecutivo promulga ley que crea el Colegio de Politólogos del Perú
La República se pudo contactar con Alejandro Mejía, profesor de Ciencia Política en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) e indicó que "la existencia de un colegio como tal, como se ha propuesto desde el Parlamento, no ha tenido mayores consensos con todas las casas de estudio que tienen la carrera de ciencias políticas y (el Congreso) no ha entendido muy bien cómo se ha venido desarrollando las ciencias políticas a nivel internacional". Asimismo, resaltó que con la creación del Colegio de Politólogos "se ha preferido obtener uno con miras a tener un control más político".
Alejandro Mejía, profesor de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos
Al ser consultado sobre una posible afectación, Mejía mencionó que la creación del Colegio de Politólogos generaría burocracia y perjudicaría a nivel económico a las personas que son bachilleres en ciencias políticas, ya que no podrían ejercer la profesión en el sector público.
"Primero, genera burocracia innecesaria para tomar decisiones a través del colegio. En segundo lugar, que va a incurrir en el pago, que es el ejercicio de nuestra profesión, están pidiendo una colegiatura obligatoria, y esto restringiría para muchos que no tienen la licenciatura todavía, hay muchos bachilleres en ciencias políticas en el país que no los han considerado al momento de la creación de la ley, solo pueden ejercer los que son licenciados, esto perjudica a los que recién salen al mercado", declaró.
Finalmente, indicó que se presentaría en los siguientes días una acción de inconstitucionalidad, ya que infringiría el artículo N°109 de la Constitución Política que indica que “los colegios profesionales son instituciones autónomas de derecho público. La ley señala los casos en que la colegiación es obligatoria".
Por otro lado, el politólogo y profesor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), Alonso Cárdenas, al ser consultado sobre si es una buena o mala idea la creación del Colegio de Politólogos, indicó que “es una mala idea, no es una buena iniciativa que ha tenido el Congreso de la República al dar esta propuesta por una tema de fondo y una tema de forma. El tema de fondo es que, el Congreso de la República con 5% de aprobación, todo lo que salga de ese Congreso va a ser muy mal visto por la ciudadanía, es visto con suspicacia, con mucho rechazo".
"En el tema específico del Colegio de Politólogos creo que es una iniciativa totalmente innecesaria porque podría interpretarse como una camisa de fuerza para el ejercicio de una profesión que es relativamente nueva en el Perú", expresó.
Alonso Cárdenas, politólogo y profesor de la UNRM
En la misma línea Cárdenas descartó que la creación del Colegio de Politólogos pueda beneficiar a los politólogos en el Perú. Señaló que "en beneficio no creo que haya algo que podríamos destacar, pero sí podría haber una afectación, porque para el ejercicio de la disciplina ya no sería suficiente tener un grado académico a nombre de la Nación, habría que colegiarse y eso implicaría un desembolso, un pago".
Al ser preguntado si cabría o no una acción de inconstitucionalidad, mencionó que “es una iniciativa válida y respetable, pero va a tomar mucho tiempo en lo que llega al Tribunal Constitucional, yo creo que los politólogos y politólogas deberíamos tratar de entender, abrir un debate público, académico, sobre cuáles son los alcances ahora que la norma ya está promulgada. ¿Qué va a pasar con las personas que no tienen un grado de ciencias políticas a nivel licenciatura, pero sí a nivel posgrado?".
Por otra parte, el profesor de la Ciencias Políticas de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Fernando Tuesta Soldevilla, al ser consultado sobre la ley que crea el Colegio de Politólogos del Perú, mencionó que "es una ley, como muchas que se han promulgado de este tipo, no tiene como propósito defender la ciencia política, para nadie".
En sus mismas declaraciones, cuestionó lo promulgado en la ley que indica que "se denomina politólogo al profesional con el título de licenciado en Ciencia Política" y declaró que "han tratado de evitar que lo más importantes centros educativos, lo más importantes politólogos no estén en el Colegio, ninguno".
Fernando Tuesta Soldevilla, profesor de ciencias políticas de la PUCP