El Ejército presionó a la Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas (ACFFAA) para contratar con la empresa turca Otokar la venta de 30 unidades del vehículo blindado portatropas ARMA por US$64,625.605, según una auditoría de la Contraloría.
No solo el Ejército debió rechazar la propuesta porque supera el presupuesto asignado de US$60,000.000 sino también porque el instituto castrense no debió admitir el blindado 8x8 debido a que no cumplía con los requisitos técnicos, de acuerdo con el Órgano de Control Institucional del Ejército, dependiente de la Contraloría.
La auditoría de la Contraloría confirma la serie de reportajes de investigación de La República, que incluyó la publicación de documentos que demuestran que el ex comandante general del Ejército general de división David Ojeda Parra presionó a la ACFFAA para que procediera a la compra de los blindados ARMA. La ACFFAA rechazó la exigencia porque detectó una serie de anomalías en el proceso de selección, presuntamente para favorecer a la oferta de Otokar.
Responsables. Excomandante general EP David Ojeda, presidente de la CETO. General Julio Ruiz. Foto: composiciónLR/difusión
Fue el general Ojeda quien, el 17 de marzo del 2023, nombró a los integrantes de la Comisión de Estudio Técnico Operacional del Ejército (CETO), bajo la presidencia del general de brigada Julio Ruiz Juárez, para elegir el modelo que necesitaba el instituto armado.
La Contraloría comprobó que la CETO calificó en primer lugar al modelo turco Otokar con un precio superior a lo presupuestado, como reportó La República, dejando en segundo lugar al modelo Lazar III de la empresa serbia Yugoimport, que cotizó un precio mucho menor (ver recuadro).
En su momento, La República consultó al Ejército sobre el proceso de selección de los blindados. Respondió que la CETO cumplió rigurosamente con las normas y que todas las empresas tuvieron las mismas oportunidades. La Agencia de Compras de las Fuerzas Armadas (ACFFAA) y la Contraloría encontraron otra realidad.
La primera vez que el general envió la documentación de la CETO pidiendo la compra del modelo turco de Otokar, la ACFFAA devolvió el expediente porque estaba incompleto y porque encontró que varias empresas se habían quejado porque nunca recibieron respuestas a los cuestionamientos que hicieron al proceso.
En otras palabras, los competidores notaron que la CETO del Ejército estaba orientando la selección del modelo de portatropas blindado 8x8 a favor de la oferta de la turca Otokar.
Sin levantar las observaciones de la ACFFAA, el excomandante general del Ejército general David Ojeda insistió dos veces más por escrito para que contratara a Otokar porque era una “decisión institucional”.
De acuerdo con la Contraloría, en un presunto intento de forzar la contratación de Otokar, la CETO pasó por alto una serie de exigencias que no pudo cumplir la propuesta turca, por lo que debió ser descalificada.
“La CETO no habría evaluado de forma clara la propuesta de la empresa que ocupó el primer lugar de prelación (Otokar), referente a los límites máximos permisibles de emisiones atmosféricas y garantía técnica y/o comercial, las mismas que difieren de los requerimientos técnicos mínimos solicitados (…), (por lo que) no debió ser admitida”, señala el informe de la Contraloría. Además, el Ejército ignoró a las empresas competidoras.
“Se ha evidenciado que existen varios Estados participantes que formularon consultas y observaciones a las reglas iniciales, sin embargo, estas no fueron absueltas por la CETO”, indica el informe de la Contraloría, confirmando lo publicado por La República.
El Ejército omitió responder a las empresas competidoras, dejando en entredicho la transparencia del proceso. “La ACFFAA recibió cartas de las empresas Yugoimport (de Serbia) y China North Industries Corporation (Norinco, de China), donde se hace de conocimiento algunos cuestionamientos a la actuación de la CETO. (…) La ACFFAA requirió al Ejército que evalúe dicha información con el propósito de evitar alguna omisión o contravención normativa que pueda perjudicar la continuidad de la contratación. (…) (Sin embargo, la ACFFAA), no recibió lo requerido, (lo que era) necesario para culminar con la evaluación del expediente y las observaciones formuladas por las citadas empresas”.
Respecto a que fábricas extranjeras de armamento no recibieron respuestas a sus consultas, el Ejército indicó a este diario que todas estuvieron en contacto con la CETO y que se tomaron en consideración sus inquietudes. Este periódico consultó con tres compañías, las que desmintieron esta versión, por lo que enviaron cartas a la ACFFAA y al Ministerio de Defensa.
No hubo intención de escoger la mejor propuesta, al parecer porque se había resuelto comprar a Otokar. “La CETO, en aras de la igualdad de trato, eficiencia y transparencia, debió tomar en cuenta la información obtenida en la indagación del mercado, para actualizar, mejorar el requerimiento y, de ser el caso, obtener factores de evaluación, los mismos que debieron ser remitidos a los Estados participantes (…), para que estos realicen en su oportunidad las consultas y observaciones necesarias”, explica la Contraloría.
Sin embargo, pese a las graves conclusiones a las que arribó, la Contraloría no trasladó el caso a la Procuraduría este intento de comprar fraudulentamente vehículos blindados a Turquía.
Solo recomienda al comandante general del ejército “adoptar las acciones que corresponden en el ámbito de sus competencias a fin de atender o superar el hecho como indicio de irregularidad (…) y, de ser el caso, disponer el deslinde de responsabilidades que corresponde”.
El general David Ojeda Parra dejó la Comandancia General del Ejército, y desde el primero de enero de este año se desempeña como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas (CCFFAA).