Cargando...
Política

Ugarte sobre proyecto para que vacuna no sea requisito en espacios cerrados: No hagan un papelón

La congresista oficialista Margot Palacios ha presentado una iniciativa para que no sea obligatorio inmunizarse ni presentar el carnet de vacunación al ingresar a recintos cerrados.

Minsa suscribió el contrato de compra de dosis en representación del Gobierno. Foto: Andina / Minsa

El exministro de Salud, Óscar Ugarte, exhortó a los congresistas de la República a no aprobar el proyecto de ley que propone que la vacunación no sea obligatoria ni requisito para ingresar a espacios cerrados, presentado por la parlamentaria de Perú Libre Margot Palacios con el apoyo de algunos legisladores de su bancada.

“Mi recomendación es que no hagan el papelón de aprobar una ley que después va a ser declarada inconstitucional”, comentó el extitular del Ministerio de Salud, en diálogo con Exitosa. “Llama la atención las posiciones de congresistas de Perú Libre y de Renovación Popular, quienes se dan la mano para oponerse a una medida de salud pública, como es la exigencia del carnet de vacunación”, agregó.

También dijo que el argumento de que esta disposición (la presentación de carnet de vacunación) recorta las libertadas individuales es falso y que de ninguna manera se trata de una medida inconstitucional, como alegan sus detractores.

“La Constitución prevé que las libertades individuales, en función de las necesidades de la sociedad, o sea de la colectividad, se puedan restringir. En su artículo 24 d), la Constitución dice respecto a las libertades individuales: ‘No se permite forma alguna de restricción de la libertad personal, salvo en los casos previstos por la ley’. Y en el campo de la salud pública, está resguardada por la Ley General de Salud, Ley 26842. No es una norma reciente”, explicó el exministro.

Asimismo, dio ejemplos de cómo se ha restringido la libertad individual de las personas en beneficio de la colectividad. Citó, por ejemplo, las medidas que se ejecutaron durante la pandemia, como “el enclaustramiento total, que era una restricción de las libertades de todas las personas, perfectamente entendible en función de la salud pública, pero hay muchas otras”.

“En otro caso, los fumadores, y sobre todo las tabacaleras, se opusieron a las normas de restricción de fumar en público, aduciendo que eso era coaptar la libertad individual, que las personas tenían derecho a fumar. Y, efectivamente, las personas tienen derecho a fumar si quieren, pero no tienen derecho a afectar la salud de terceros. Ahora no se fuma en aviones, buses, en el trabajo, etc., y nadie dice nada. ¿Por qué? Porque se aplica la ley”, concluyó.