El más grande genocida de la historia del Perú, Abimael Guzmán Reinoso, líder del grupo terrorista Sendero Luminoso, murió este sábado 11 de setiembre de 2021 a los 86 años de edad, alrededor de las 6.40 a. m. en las instalaciones de la Base Naval del Callao, a un día de cumplirse los 29 años de su captura, la cual se dio el 12 de setiembre de 1992. Solo queda su viuda, Elena Iparraguirre, como integrante de aquel trío cabecilla que desataría el terror en nuestro país.
En 1978, Guzmán creó el Comité Permanente de Sendero Luminoso, en el que ocupó el primer lugar y Augusta La Torre el segundo. Desde esta posición, se le atribuye a ella la creación de la frase “pensamiento Gonzalo” y la construcción del culto a la personalidad de Guzmán, que se autodenominaba la “cuarta espada del marxismo” (después de Marx, Lenin y Mao).
Elena Iparraguirre, que se había acercado a la organización alrededor de 1973 por medio de La Torre, asumió el tercer puesto. Iparraguirre reemplazaría a La Torre después de su misteriosa muerte y su presencia fue clave para desatar lo que ellos llamaron la lucha armada.
Abimael Guzmán se mudó de Arequipa a Ayacucho, la ciudad de La Torre, en 1962. Para entonces, la joven ya estaba familiarizada con la doctrina comunista, gracias a su padre, Carlos La Torre, y con la idea de desatar una revolución para acabar con las desigualdades de la sociedad peruana.
Guzmán llegó contratado como profesor de filosofía de la Universidad San Cristóbal de Huamanga y primero conoció al señor La Torre, que lo invitaba a su casa para debatir sobre comunismo. Fue así que La Torre y Guzmán se conocieron y, poco después, se comprometieron. La pareja se casó en 1964, cuando La Torre todavía era menor de edad (la mayoría de edad se alcanzaba a los 21 por ese entonces) y él ya estaba cerca de los 30.
En algún momento de su militancia en Sendero Luminoso, La Torre adoptó el alias de ‘camarada Norah’, por Eleonora West, un personaje dispuesto a morir de la novela La hora 25, de Virgil Gheorghiu.
Ambos viajaron entre 1965 y 1967 a entrenarse a la China comunista, que ya se había alejado de la Unión Soviética a causa de la política de la coexistencia pacífica con los países capitalistas adoptada por Nikita Kruschev.
El distanciamiento entre la URRS y China había provocado un cisma entre los comunistas de Perú. Los que se inclinaban por el bando chino y el maoísmo, como Guzmán y La Torre, rechazaban la vía pacífica al comunismo (postura que defendían los prosoviéticos) y creían que la transición debía ocurrir a través de la guerra popular
Hacia finales de los años 70, Guzmán y La Torre volvieron a Lima y se retiraron a la clandestinidad. Desde la capital dirigirían y articularían la estrategia de la guerra en el campo. Ya casi nadie los veía en reuniones públicas. Los tres miembros del Comité Permanente (Guzmán, La Torre e Iparraguirre) dieron la orden del inicio de la lucha armada en mayo de 1980.
En medio de la violencia generalizada en el país, el Comité Permanente convocó el primer congreso de Sendero Luminoso en 1988 y se extendió hasta 1989. La Torre murió entre las sesiones de este congreso, en circunstancias que hasta hoy quedan sin esclarecer.
Los medios y la Policía especularon con que La Torre había sido asesinada por razones sentimentales, por un supuesto triángulo amoroso entre La Torre, Iparraguirre y Guzmán, quienes siempre lo negaron y mantuvieron la versión de que la ‘camarada Norah’ había fallecido a causa de un problema al corazón. Si bien ambos se presentaron como pareja meses después, no había pruebas de que hubieran mantenido un romance mientras La Torre estuvo viva.
Otra teoría fue que se suicidó como lo deja entrever el propio Guzmán en el video que encontró la Policía: “Capaz de aniquilar su propia vida para no levantar la mano contra el Partido... En la lamentable confusión de su soledad nerviosa, prefirió autoaniquilarse, extinguirse”, dice Guzmán en la grabación, de pie al lado del féretro de su esposa muerta.
Óscar Ramírez Durán, el ‘camarada Feliciano’, en su libro El megajuicio de Sendero, sostiene que Augusta fue asesinada en un maquiavélico complot entre la número tres de Sendero, Elena Iparraguirre, que en ese entonces, además de terrorista de Sendero Luminoso, era amante de Abimael Guzmán. Ella y el propio ‘Gonzalo’ la habrían envenenado con cianuro, sostiene Ramírez Durand.