A poco más de dos días de haber asumido el cargo, la nueva ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, Rosario Sasieta, arribó a la ciudad de Arequipa para sostener una conversación con el arzobispo Javier Del Río Alba y visitar albergues de niños y mujeres vulnerables.
Tras el encuentro, la titular mostró su preocupación por que, a pesar de la cuarentena, los casos de violencia familiar no han cesado y, por el contrario, mujeres, niños y niñas siguen siendo víctimas de agresión física, psicológica y sexual.
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“Quizá los feminicidios pudieron haberse reducido, pero la violencia psicológica ha continuado”, dijo.
Sasieta invocó a las personas a que denuncien los actos de violencia de las que son víctimas en casa. “(…) Si hay un acto violento tú tienes que hablar, que la mascarilla te proteja del virus, pero que no te hunda en el silencio”.
Hasta junio pasado, la Corte Superior de Justicia de Arequipa había recibido alrededor de 1500 denuncias por violencia familiar durante el estado de emergencia. Ello pone de manifesto el riesgo al que están expuestas miles de mujeres y niños a pesar del periodo de aislamiento.
Según informaron los Juzgados de Violencia Familiar de Arequipa, atendieron denuncias de mujeres que fueron agredidas física o psicológicamente en presencia de sus menores hijos. Otras víctimas reportaron que recibían amenazas de ser echadas del hogar, en plena cuarentena.
Sobre el caso de Celia Capira, la ministra señaló que se le brindará todo el apoyo debido para atender sus recientes denuncias. El último viernes la mujer denunció el incendio de sus dos autos, la muerte de sus mascotas y presuntos actos intimidatorios por parte de los hijos y la exesposa de su esposo fallecido.