Zenaida Zea
La provincia de Melgar (Puno) está catalogada como la capital ganadera del Perú, pero este título corre el riesgo de perderse. La cuenca del Llallimayo, de donde se toma el agua para el consumo humano y del ganado, está contaminada con metales pesados.
Ante ello, desde ayer los pobladores de los distritos de Cupi, Llalli, Umachiri, Macarí, Santa Rosa, Nuñoa y Orurillo acatan una paralización indefinida. La levantarán cuando la empresa Aruntani SAC retire todas sus operaciones mineras de la cabecera de cuenca.
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Ayer, durante el primer día de paralización, los manifestantes bloquearon la vía Ayaviri–Cusco, obligando a los transportistas a tomar rutas alternas y a los pasajeros a realizar trasbordos.
La policía intentó despejar la vía, pero no se logró.
Mesas sin resultados
Asunto Pacori, presidente de la Asociación de Barrios Unidos de Ayaviri, consideró que las mesas de diálogo, realizadas por más de dos años, no son más que un saludo a la bandera, porque quienes padecen impactos negativos de la contaminación todavía no son atendidos.
Asimismo, cuestiona que, mientras la contaminación avanza, el Gobierno central no realice ninguna acción de mitigación ni remediación ambiental, siendo los productores lácteos y los criadores de ovinos y camélidos sudamericanos los más afectados.
La Defensoría del Pueblo ha oficiado al Gobierno Regional de Puno, para que interceda ante el Gobierno y busque nuevos mecanismos de diálogo, con los que se pueda buscar una solución y resarcir los daños.
Organizaciones sociales de Puno ratificaron que este 24 y 25 de julio acatarán un paro en apoyo a la huelga indefinida de los afectados de la cuenca Llallimayo y de los agricultores del valle de Tambo en Arequipa.
El presidente del Frente de Defensa de la cuenca Coata, Félix Suasaca, informó que las bases ya confirmaron la protesta.