Y la necesidad de promover espíritu crítico de la justicia,A pesar de esfuerzos heroicos pero escasos de algunos fiscales y jueces, no se debe olvidar que el sistema judicial es el epicentro de la podredumbre institucional del país, por lo que es crucial promover un espíritu crítico de sus decisiones. Los políticos controlaron desde el CNM el nombramiento de fiscales y jueces para blindarse de todo problema y atacar a quienes lo ordenen. El averío de este mecanismo al ser expuesto por los audios explica la debacle del fujiaprismo y por qué, ahora sí, Alan García y Keiko Fujimori pueden ser juzgados. El papel de fiscales como Rocío Sánchez, Sandra Castro, Domingo Pérez o Rafael Vela, o de jueces como Richard Concepción Carhuancho y Cerapio Roque Huamancóndor, ha sido crucial en ese proceso, lo cual los ha convertido en personas populares y queridas por la ciudadanía. En un país que había tirado la toalla en la expectativa de que en el Perú se aplicara justicia real a los políticos, tener fiscales o jueces populares que alimentan la posibilidad de romper esa tendencia constituye un tónico potente para el espíritu nacional. Esto conlleva, sin embargo, el riesgo de presiones peligrosas desde la opinión pública, o que hoy otros fiscales y jueces quieran ese estrellato. Todo lo cual puede inducir al extremo de la justicia popular, es decir, lo que quiere la gente y no lo que dice la ley. El papel de algunos fiscales y jueces en la lucha anticorrupción es valioso, pero algunas decisiones –como incluso las del juez Concepción o el fiscal Pérez– pueden ser criticables. No obstante, el espíritu crítico que se debe tener frente a decisiones que son trascendentales para el país se puede estar mellando. Primero, por el contexto de circo romano generado en el país. Segundo, porque muchos –incluyendo al periodismo–evalúan al sistema judicial con criterio político en función de a quién perjudica o beneficia. Tercero, por la dependencia periodística de primicias generadas desde el propio sistema al que se debe evaluar. El espíritu crítico sobre la actuación del sistema judicial debe ser fortalecido, pues lo que no se puede olvidar es que, no obstante ejemplos valiosos pero singulares, la putrefacción campea en cortes y fiscalías. Ver, nomás, lo que hace cada día ese sicario disfrazado de fiscal de la nación que es Pedro Chávarry, que es hoy en día el peligro principal para la lucha anticorrupción en el país. El valioso espíritu anticorrupción que hay en el país no debe mellar nunca la capacidad crítica de las decisiones del sistema judicial.